El presidente de la UEFA, Aleksander Ceferin, pidió ayuda a la Unión Europea para proteger el actual modelo “inclusivo”, “redistributivo” y “democrático” de gobernabilidad del futbol europeo, frente a sistemas “egoístas” como la Superliga que “buscan destruirlo”.
“Necesitamos más certidumbre legal para proteger esta historia de éxito. La ley debe utilizarse para proteger el modelo del futbol europeo, no para girar la rueda de quienes buscan destruirlo para su propio poder y juego egoísta. La pirámide debe mantenerse unida”, dijo Ceferin en un consejo de ministros de Deporte de los países de la UE.
El dirigente esloveno -al frente de la UEFA desde 2016 tras la dimisión del francés Michel Platini por un escándalo de corrupción– alabó las virtudes del sistema social de gobernabilidad después de que la UEFA haya recibido varias demandas legales.
El más sonado vino en la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea de diciembre de 2023, donde la corte consideró que las normas de la FIFA y de la UEFA sobre la autorización previa de las competencias de futbol de clubes, como la Superliga, violan el Derecho de la Unión.
Ceferin no se refirió en concreto a los detalles de esa sentencia, pero sí al contexto de esa lucha por modificar la gobernabilidad del futbol.
“¿Recuerdan la indignación cuando un proyecto separatista y egoísta puso en riesgo el modelo del futbol europeo? Déjenme ser franco: cada vez que intentamos reforzar el modelo de solidaridad, nos exponemos a amenazas de operadores que quieren más para ellos y compartir menos con los demás”, dijo.
El presidente de la UEFA avisó de que ese tipo de iniciativas han prosperado en otras disciplinas y que ha acarreado consecuencias negativas, como en el baloncesto, donde la “ruptura elitista” ha traído “división, exclusión y el colapso de la solidaridad”.
“Se critica a la UEFA y al futbol europeo por ser todo sobre dinero, sobre partidos grandes y cosas grandes. Pero ese criticismo soslaya una parte fundamental (…): redistribuimos en el futbol el 97% de nuestras ganancias netas”, dijo.
Ceferin aseguró que los fondos que quedan son “para mantener costes vitales y apoyar áreas del deporte como la juventud, las mujeres o el futbol”.
El esloveno pidió a los estados miembros “una política deportiva que de verdad tenga dientes” en torno a 3 ejes, empezando por garantizar que el “el vínculo entre el futbol europeo y las competencias domésticas” está “plenamente protegido”.
Asimismo, el presidente de la UEFA pidió también que se preserve “el equilibrio entre las selecciones nacionales y las competencias de clubes” porque “sustenta el modelo entero de solidaridad y desarrollo futbolístico” y pidió también cerrar filas ante una gestión unificada.
“La ley debe utilizarse para proteger el modelo del futbol europeo, no para girar la rueda de quienes buscan destruirlo para su propio poder y juego egoísta. La pirámide debe mantenerse unida”, indicó.
Países UE
Tras el discurso de Ceferin, la comisaria europea Mairead McGuinness señaló que la Comisión prepara una nueva estrategia sobre el modelo deportivo y, en líneas generales, los países defendieron mejorar la gobernabilidad sin rupturas para “reforzar el modelo deportivo para hacer frente a corrientes adversas”, resumió Bulgaria.
Portugal y Alemania reclamaron que se refuerce el deporte base, mientras que Dinamarca abogó por un “modelo compartido”, similar al modelo de “cogestión” que exija “una redistribución solidaria”, que reclamó Luxemburgo.
Por parte de España, el presidente del Consejo Superior de Deportes, José Manuel Rodríguez Uribes, defendió que el deporte es “un derecho histórico de los ciudadanos”, que debe abarcar desde el deporte femenil a las personas con discapacidad.
Reivindicó el deporte como industria “sostenible” que crea riqueza” y defendió que se promocionen valores como “el juego limpio frente al dopaje” o “el respeto al adversario frente a la violencia o el racismo” para configurar “una sociedad más justa”.