El grupo chií libanés Hizbulá proclamó este miércoles su “victoria” ante Israel y aseguró que logró “derrotar a su Ejército”, después de que esta madrugada entrara en vigor un alto el fuego en el Líbano que puso fin a más de un año de hostilidades entre las partes.
“Por su compromiso y esfuerzo durante más de 13 meses, la Resistencia pudo lograr la victoria sobre el enemigo delirante, que no pudo socavar su determinación ni doblegar su voluntad”, dijo la Sala de Operaciones de Hizbulá en un comunicado difundido por los canales oficiales del grupo.
La formación terrorista, que ha recibido duros golpes por parte de Israel en el último año de violencia -especialmente en los últimos 2 meses de bombardeos masivos contra diferentes puntos del Líbano-, respaldó su “victoria” en una enumeración de “logros” frente al Estado judío.
“Es el campo de batalla el que ha hablado, con combatientes firmes que confían en Alá para frustrar los objetivos del enemigo, derrotar a su Ejército y escribir con su sangre epopeyas de resistencia”, continuó Hizbulá en el comunicado.
Desde el inicio de las hostilidades con Israel el 8 de octubre de 2023, Hizbulá lanzó al menos “4,637 operaciones militares anunciadas durante 417 días”, con una media de 11 diarias, según el grupo chií.
Sin embargo, Hizbulá incrementó considerablemente sus ataques contra Israel el 17 de septiembre de este año, tras las explosiones masivas de buscapersonas en manos de integrantes de la formación aliada de Irán.
Desde entonces y hasta la entrada en vigor de la tregua la madrugada de este miércoles, 27 de noviembre, Hizbulá ha lanzado un total de 23 operaciones al día contra cuarteles y bases del Ejército israelí, así como contra ciudades y asentamientos entre la frontera con el Líbano hasta más al sur de Tel Aviv, en el centro de Israel.
“Las operaciones también incluyeron enfrentamientos heroicos contra incursiones terrestres en territorios libaneses”, indicó Hizbulá, en referencia a la invasión del sur del Líbano iniciada por el Ejército israelí la madrugada del 1 de octubre pasado.
Además, la Sala de Operaciones del grupo también ofreció un recuento de “pérdidas acumuladas infligidas al Ejército enemigo” desde el inicio de la invasión hasta la entrada en vigor de la tregua: más de 130 soldados muertos y otros más de 1,250 heridos, unas cifras muy superiores a las difundidas por las autoridades de Israel.
También aseguró haber destruido 59 tanques Merkava y 11 excavadoras militares, además de vehículos blindados. También dijo haber derribado 6 drones Hermes 450, otros 2 de tipo 900 y “un planeador cuadricóptero”.
Tras difundir estos datos, Hizbulá afirmó que “las fuerzas invasoras no lograron ocupar ni asegurar ninguna de las ciudades de primera línea de frente” ni tampoco “establecer una zona de amortiguación de seguridad militar”, mientras que recordó que el Ejército israelí no pudo “evitar el lanzamiento de cohetes y drones” hacia su territorio.
Más de 3,800 personas han muerto -alrededor de unas 3,100 solo en los últimos 2 meses- y otras 1.5 millones se han visto obligadas a abandonar sus hogares en el Líbano tras más de un año de violencia entre las partes.