La Organización de Naciones Unidas considera que el alto el fuego vigente desde hoy en el Líbano entre Israel y los terroristas chiíes de Hizbulá va a necesitar que su misión de cascos azules en el país árabe (FINUL) sea dotada de “capacidades nuevas”.
El portavoz adjunto de la secretaría general, Farhan Haq, dijo hoy en rueda de prensa que la ONU ya está “estudiando con las partes cómo apoyar la implementación del acuerdo en línea con el mandato de la FINUL (y) muy probablemente nuevas capacidades” de esa fuerza.
El acuerdo, que supone principalmente la salida del Líbano del ejército israelí y la retirada de Hizbulá al norte del río Litani, implica el despliegue de miles de soldados del ejército libanés en esa zona, pero falta por concretar los detalles de cómo será ese despliegue, en el que la FINUL prestaría su asistencia.
“La FINUL -dijo Haq- seguirá con su misión de observación, y continuará señalando las violaciones a la resolución 1701, así como continuará dando apoyo a las Fuerzas Armadas Libanesas con vistas a extender la autoridad del Estado en todo el territorio libanés”, explicó.
Haq aseguró que la FINUL “está preparada para asumir todas las responsabilidades que sean necesarias, pero como ustedes saben, cualquier mandato de tareas nuevas será algo que tendrá que discutirse incluso dentro del Consejo de Seguridad”, órgano del que dependen las misiones de cascos azules en todo el mundo.
Se ha considerado hasta el momento que la resolución 1701 del Consejo, que fue aprobada en 2006, contenía todos los elementos necesarios para traer la paz al Líbano, pero las palabras de Haq de hoy dejan abierta la puerta a que se apruebe una resolución distinta que permita una mayor capacitación de la misión.