La Oficina Electoral Central (BEC) inició el recuento de los 9.4 millones de votos emitidos el pasado domingo en la primera vuelta de las elecciones presidenciales, en las que ganó de forma inesperada el ultra prorruso Calin Georgescu.
El recuento, ordenado por el Tribunal Constitucional, incluye tanto los votos válidos como los nulos y busca esclarecer inconsistencias señaladas por un candidato presidencial en 3 colegios electorales.
La petición del Constitucional de realizar el recuento en 24 horas fue desestimada por la BEC como inviable y, en un comunicado señaló que las nuevas actas escaneadas del recuento se deben enviar a las 10 de la noche del domingo, mientras que las actas originales deben llegar a la BEC a más tardar el 3 de diciembre a las 4 de la tarde.
La segunda vuelta presidencial, inicialmente programada para el 8 de diciembre, podría aplazarse dependiendo de los resultados del recuento.
Calin Georgescu, al que las encuestas daban el 6%, venció con casi el 23% de los votos, mientras que la europeísta Elena Lasconi obtuvo el segundo lugar con solo 2,740 votos más que Marcel Ciolacu, el primer ministro socialdemócrata, que quedó tercero.
Según la normativa rumana, si el recuento altera el orden de los candidatos, la primera vuelta deberá repetirse.
El presidente de la Autoridad Electoral Permanente (AEP), Toni Grebla, advirtió que el recuento de más de 9 millones de votos supone un desafío logístico enorme.
“Recontar más de 9 millones de votos en 41 condados no puede hacerse en horas, ni en un día, ni en 2”, afirmó en la televisión Digi24.
Además, el proceso debe ser supervisado por representantes de todos los partidos políticos, lo que requiere la reconfiguración de las comisiones electorales en cada territorio.
Diversas ONG han solicitado la presencia de observadores independientes y medios de comunicación para garantizar la imparcialidad.
La decisión del Constitucional de ordenar un recuento completo cuando las supuestas irregularidades estaban circunscritas a 3 colegios han sido criticadas por políticos y analistas.
La Autoridad Electoral Permanente pidió también este jueves a la Fiscalía que investigue a Georgescu porque informó de forma oficial que su campaña no tuvo contribuciones ni gastos.
El candidato ultra desarrolló una intensa y sofisticada campaña en las redes sociales para viralizar sus mensajes, lo que le permitió tener millones de visualizaciones en TikTok.
La AEP reveló el miércoles los gastos de los candidatos presidenciales y el inexistente de Georgescu contrasta con los más de 3 millones de euros invertidos por Elena Lasconi, la candidata proeuropea que quedó en segunda posición.
