La nueva Canciller Alicia Bárcena, sostuvo su primera conversación con el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, con quien departió acerca de las relaciones entre ambos países.
“Hoy tuve una conversación amistosa y productiva con el secretario Antony Blinken, donde compartimos nuestra visión de la relación México-Estados Unidos y la región. Reafirmé nuestra voluntad de seguir fortaleciendo nuestra cooperación en todos los temas de nuestra agenda común”, escribió en su cuenta de Twitter.
Bárcena, ex secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina (Cepal) y hasta ahora embajadora de México en Chile, llegó al cargo el martes 13 de junio, después de que Marcelo Ebrard abandonase la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) para aspirar a ser el candidato de su partido, Morena, a la presidencia.
Se espera que la próxima semana tome posesión oficial de su nuevo cargo y abandone Chile, país en el que todavía se encuentra realizando sus labores diplomáticas.
No obstante, es posible que apenas esté al mando de la SRE durante un año, el tiempo restante para las elecciones presidenciales de 2024.
“Alicia Bárcena, ella va a ser la próxima secretaria de Relaciones Exteriores. En 10 días porque está de embajadora de México en Chile. Ella tiene una carrera amplísima en el campo de la diplomacia, es una mujer muy inteligente, capaz”, dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador, al hacer el anuncio de su nombramiento.
Bárcena recibe la Cancillería en un momento delicado de las relaciones entre Estados Unidos y México, importantes socios comerciales y vecinos que, irremediablemente, comparten preocupaciones como la migración y el tráfico de armas y drogas.
Durante este año han sido frecuentes los roces diplomáticos entre ambos países, especialmente a causa del fentanilo, un opioide sintético fabricado en México y que ha causado decenas de miles de muertes por sobredosis en Estados Unidos.
Un grupo de senadores republicanos llegó a proponer declarar a los cárteles mexicanos como grupos terroristas, para así poder emplear el Ejército estadounidense contra ellos; algo que López Obrador rechazó como una medida “oportunista” por lo que llamó a los mexicanos residentes en Estados Unidos a no votar por el partido republicano.
Otros problemas recurrentes han sido la gestión de los flujos migratorios, que en 2022 alcanzaron cifras inéditas, y los roces comerciales en el seno del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), asuntos que a partir de ahora tendrá que solventar con Blinken.
Con información e imagen de EFE