El caimanés Jordan Crooks llevó los límites humanos a una nueva dimensión al convertirse en el primer hombre en la historia en bajar de la barrera de los 20 segundos en la prueba de los 50 metros libres, tras completar las semifinales de los Mundiales de piscina corta de Budapest en un tiempo de 19.90 segundos, nuevo récord del Mundo.
Un estratosférico registro que permitió a Crooks rebajar en 18 centésimas el anterior récord que él mismo estableció en las preliminares de la mañana con un crono de 20.08 segundos.
Crooks, de 22 años, pasó en las series los primeros 25 metros en un tiempo de 9.78 segundos y en las semifinales voló y completó el primer largo en 9.55 segundos.
Jordan Crooks, oro hace dos años en los Mundiales de Melbourne, batió con claridad el récord del Mundo pese a nadar la vuelta en 10.35 segundos, cinco centésimas más que por la mañana.