La selección chilena de balonmano hizo historia y disputará por primera vez la ronda principal en un Mundial, tras imponerse por 26-31 a Japón, en un encuentro en el que destacó la actuación del veterano Erwin Feuchtmann, autor de 9 dianas.
Liderados en ataque por el lateral del Toulouse francés, el equipo andino derribó el muro con el que se había estrellado en sus 7 anteriores participaciones mundialistas y superó la primera fase del torneo.
Un objetivo que el conjunto chileno parecía tener más al alcance que nunca, tras la gran imagen que dejó, pese a las derrotas, en las primeras partes de los duelos con España y Suecia.
Excelentes sensaciones que los del técnico español Aitor Etxaburu volvieron a ratificar ante Japón en unos primeros 30 minutos en los que Chile se mostró en todo momento superior al conjunto asiático, como reflejó el 11-14 con el que se llegó al descanso.
Una ventaja que, a diferencia de lo ocurrido en las 2 primeras jornadas del torneo, en el que el rendimiento de los chilenos cayó en picado en la segunda mitad lastrados por el cansancio, no sólo no menguó, sino que se disparó de manera exponencial en el arranque del segundo período.
Aferrados a los goles de Feuchtmann y a la visión de juego de Rodrigo Salinas, que cerró el choque con 11 asistencias, en ataque, y a las paradas de Felipe García, que firmó 12 intervenciones, el equipo sudamericano dobló su ventaja para situarse con una renta de 9 goles (15-24).
Pero cuando todo parecía encarrilado para Chile llegó la reacción de Japón que pareció en disposición de poner en peligro la victoria y la clasificación del conjunto andino, tras situarse a tan sólo 3 goles (25-28) a falta de 2 minutos para la conclusión.
En esos instantes finales, los sudamericanos tiraron de oficio y cortaron de raíz la remontada japonesa con 3 tantos para sellar por 26-31 su histórica clasificación para la ronda principal de un Mundial.