¡Diferenciación y generación de valor!
Por Alejandro Bernal Astorga
Algunas empresas mexicanas y colimenses han encontrado en la certificación de sus productos, servicios, procesos y recursos humanos, una estrategia para generar valor, buscando satisfacer las necesidades de un mercado de specialities.
La certificación es una alternativa de diferenciación otorgada por un tercero, ajeno a los intereses de comprador y vendedor, con base en el cumplimiento de una norma de observancia obligatoria o voluntaria.
Si bien existe una gama amplia de certificaciones, deberá elegirse aquella que los clientes más demanden y mejor paguen, para que sea una inversión y no un gasto.
También deberá considerarse la factibilidad técnica, financiera y jurídica para cumplir con los requerimientos considerados en la norma y que la inversión por obtenerla genere los ingresos esperados.
En México, si un producto es lanzado al mercado o importado, debe cumplir con las Normas Oficiales Mexicanas aplicables; estas son generadas por el Poder Ejecutivo Federal y son de observancia obligatoria al garantizar que los bienes que comercializados en nuestro país no representan un riesgo para la salud, el patrimonio o el medio ambiente.
Asimismo, existen estándares de observancia voluntaria que certifican la calidad de productos, procesos y atributos, estimulando la competitividad en beneficio del mercado. Es recomendable que, al valorar la compra de un producto, identifiquemos las certificaciones que cumple, ya que esto podría justificar un diferencial en precio.
El campo de aplicación de la normatividad es basto y podemos encontrar certificaciones para productos, procesos y personas. En una relación causa – efecto, es importante atacar y certificar las causas, para mitigar los efectos.
Entre las certificaciones que las empresas colimenses han incorporado a sus modelos de negocios, destacan: “Fairtrade”, que garantiza un comercio justo; “Rainforest”, que certifica que las actividades productivas no atentan contra el medio ambiente; “Dealti”, que indica que una empresa se encuentra libre de trabajo infantil; “Conocer”, que certifica competencias laborales; “Kosher” y “Halal”, utilizadas para los productos alimenticios que siguen las normas dietéticas judías y musulmanas respectivamente.
Destaca también el cumplimiento de “Normas ISO”, que se emplean en organizaciones para garantizar que sus productos y/o servicios cumplen con los requisitos de calidad del cliente; el “Distintivo H”, que es un reconocimiento que otorgan la Secretaría de Turismo y la Secretaría de Salud, a aquellos establecimientos fijos de alimentos y bebidas: por cumplir con estándares de higiene para disminuir la incidencia de enfermedades transmitidas por los alimentos.
Las MiPyMES hoy en día tienen la oportunidad para hacer negocios en segmentos de mercado con poder adquisitivo y convicciones, que no solo demandan un producto o un servicio, también compran la historia que está detrás del proceso que lo originó y pagan por ello.
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