La decisión del Gobierno de Estados Unidos de suspender el sistema de CBP One, de la Oficina de Aduana y Protección Fronteriza (CBP), para solicitudes de asilo, eleva los peligros que enfrentan los migrantes en México, denunció Médicos Sin Fronteras (MSF).
En un comunicado, la organización denunció que el cierre de esta herramienta, que permitía gestionar solicitudes legales de asilo en puertos de entrada estadounidenses y en el sur de México, ha dejado a cientos de miles de personas en una situación de incertidumbre, “aún en una ruta donde la violencia es extrema”.
“La eliminación de CBP One representa un grave retroceso en la protección de los derechos humanos de las personas migrantes y en busca de refugio”, expresó la organización en un comunicado.
Asimismo, reconoció que en México ya se resienten impactos directos de las nuevas políticas estadounidenses del regreso de Donald Trump a la Casa Blanca.
Adriana Palomares, coordinadora general de MSF en México, advirtió de que esta es “una decisión irresponsable que tendrá repercusiones inmediatas y prolongadas en la vida, la salud y el bienestar de muchísimas personas”.
Según testimonios recabados por la organización, la frustración, tristeza y el miedo predominan entre los migrantes, muchos de los que habían vendido sus pertenencias o dejado trabajos para acudir a sus citas.
No obstante, MSF detalló que hay algunas personas en movilidad que aún mantienen las esperanzas de que se presenten soluciones en un futuro.
Silvia, una venezolana atendida en una clínica de MSF en Coatzacoalcos, sur de México, lamentó la decisión del nuevo gobierno de Trump.
“Es una tristeza inmensa. No ha sido nada fácil el proceso vivido hasta ahora. Nos hemos expuesto a la muerte, estamos a la intemperie con nuestros hijos. Llegamos hasta acá y queremos avanzar para ayudar a nuestras familias, tener un mejor futuro”, dijo.
Su compatriota Mario, también varado en Coatzacoalcos a la espera de tomar un tren, cree que la suspensión de CBP One deja a los migrantes más desprotegidos ante “las extorsiones, las mafias y los secuestros” de una ruta “muy peligrosa”.
El impacto psicológico también ha sido inmediato, como dio cuenta Ramón Márquez, coordinador de un centro de atención integral en Ciudad de México, y quien señaló que los equipos de MSF han comenzado con un programa para atender un posible aumento de casos de ansiedad y crisis emocionales.
La decisión de cerrar CBP One se suma a la implementación de políticas restrictivas como “Quédate en México”, que obliga a los solicitantes de asilo a permanecer en condiciones precarias en la frontera.
En este contexto, MSF también recordó que, desde noviembre de 2024, MSF ha documentado un aumento en las caravanas migrantes desde el sur de México, como la reciente de 1,500 personas en Huixtla.
Asimismo, reportó que las denuncias por violencia en las rutas migratorias son constantes, donde solo en 2024 MSF atendió a más de 700 supervivientes de violencia sexual en México.
Carolina López, coordinadora de proyectos en el norte del país, también alertó sobre el incremento de extorsiones, robos y secuestros y afirmó que “se ha generado una crisis colectiva”.
