El presidente de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell, se mantuvo firme en su decisión de no tener prisa por seguir bajando los tipos de interés, pese a los reclamos públicos del mandatario Donald Trump.
“No necesitamos tener prisa por ajustar nuestra política”, indicó ante el Comité de Banca del Senado en su presentación de su informe de política monetaria, un trámite que debe hacer por mandato cada 6 meses.
Powell recalcó que reducir los tipos demasiado rápido o demasiado “podría obstaculizar el progreso en materia de inflación”, mientras que hacerlo demasiado lento o demasiado poco “podría debilitar indebidamente la actividad económica y el empleo”.
El Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, en inglés) -órgano de la Fed encargado de la política monetaria– rompió el pasado 29 de enero el ciclo de bajadas iniciado en septiembre y mantuvo los tipos en el rango actual del 4.25% al 4.5%.
Trump había reclamado que hubiera más recortes de forma inmediata, pero el Banco Central ha subrayado en repetidas ocasiones su independencia.
“Al considerar el alcance y el momento de los ajustes adicionales, el FOMC evaluará los datos entrantes, la evolución de las perspectivas y el equilibrio de riesgos”, subrayó Powell.
El presidente de la Fed recordó que la inflación se ha acercado al objetivo del 2% a largo plazo, aunque permanece elevada. El Índice de Precios al Consumo (IPC) subió 2 décimas en diciembre, hasta el 2.9% interanual, frente al 2.7% de noviembre.
A su vez, según Powell, las condiciones del mercado laboral son sólidas y parecen haberse estabilizado. La tasa de desempleo en EUA descendió una décima en enero, situándose en el 4%, con la creación de 143 mil nuevos empleos, según los datos publicados el 7 de febrero por el Buró de Estadísticas Laborales (BLS).
La Fed, añadió, está atenta a los riesgos en materia de evolución de los precios y del empleo y su política está “bien posicionada” para hacer frente a las incertidumbres.

