La subsecretaria de Ambiente de Argentina, Ana Lamas, presentó su renuncia al cargo en medio de la grave crisis por una serie de incendios en distintos puntos del país que han afectado ya más de 130 mil hectáreas.
La dimisión fue confirmada a la agencia informativa EFE por la propia Lamas, que alegó “motivos personales” y “agotamiento”.
Hasta el momento, el Gobierno no se ha pronunciado sobre la renuncia de la subsecretaria, máxima responsable de Ambiente después del secretario de Turismo, Ambiente y Deportes, Daniel Scioli.
La dimisión de Lamas se produce en un momento en que la Subsecretaría ha perdido atribuciones clave, algo que se profundizó con el reciente traslado del Servicio Nacional de Manejo del Fuego al Ministerio de Seguridad Nacional, lo que debilitó su capacidad de acción ante emergencias ambientales.
El país suramericano atraviesa una fuerte crisis debido a los incendios que afectan desde hace casi dos meses a distintas regiones del país.
Las llamas se han extendido en múltiples focos, tanto en la Patagonia (sur) como en la provincia de Corrientes (noreste).
Los incendios que afectan a las provincias patagónicas de Neuquén, Río Negro y Chubut y a 2 parques nacionales ya quemaron más de 37 mil hectáreas de bosques y viviendas, una superficie equivalente a dos veces el tamaño la ciudad de Buenos Aires, según la organización ecologista Greenpeace, que alertó esta semana que se trata de los peores incendios forestales en la zona en tres décadas.
En paralelo, las llamas también avanzan ferozmente en distintos puntos de Corrientes, donde, según estimaciones difundidas por el Gobierno provincial, se han quemado ya más de 100 mil hectáreas.
Ante esta situación, el Gobierno anunció el pasado martes la creación de una agencia federal de emergencias, que funcionará bajo la órbita del Ministerio de Seguridad Nacional y concentrará las responsabilidades de doce organismos nacionales distribuidos en distintos ministerios.
Según cifras difundidas esta semana por la organización argentina de verificación de datos Chequeado, el Servicio Nacional de Manejo del Fuego ejecutó en 2024 solo el 22% de su presupuesto anual, lo que representa un 81% menos en términos reales que en 2023.

