El suministro eléctrico comenzó a restablecerse poco a poco en diversas partes de Chile casi 8 horas después de un gran apagón que afectó al 99% por ciento del territorio nacional, dejó a más de 8 millones de hogares sin luz ni conexión y llevó a las autoridades a decretar el estado de emergencia y un toque de queda.
Unas medidas coercitivas de seguridad que se fueron haciendo más laxas a medida que el suministro regresaba, en particular a la región metropolitana, donde vive casi la mitad de la población del país y donde el toque de queda estará vigente desde las 22:00 hora local del martes (01:00 GMT del miércoles, a las 5:00 hora local del miércoles (8:00 GMT).
El apagón, que sorprendió a las 15:15 hora local (18:15 GMT), generó un enorme caos circulatorio, especialmente en la capital, impidió la actividad bancaria, financiera, minera y comercial, puso en riesgo a hospitales y otros servicios esenciales y obligó a movilizar a miles de agentes de seguridad para controlar el orden público.
No se ha informado, hasta el momento, de actos vandálicos ni accidentes graves, pero sí de importantes daños materiales, tanto en infraestructuras importantes como a nivel doméstico, ya que el regreso de la electricidad ha afectado a neveras, lavadoras, lavaplatos y otros electrodomésticos.
Tampoco se vio afectado el transporte entre regiones por carretera, pero sí impactó, aunque de manera ligera, en el tránsito aéreo nacional con retrasos y aglomeraciones.

