“¡Fuimos todas, fuimos todas!”, fue la consigna más repetida por las mujeres que durante horas se concentraron este sábado 8 de marzo frente a las 2 pesadas puertas de madera del acceso principal a Palacio de Gobierno, tratando de derribarlas y prenderles fuego. Varios fueron los intentos hasta que cayeron y fueron objeto de las llamas. Hasta el momento no se han reportado personas lesionadas o detenidas.
Esa acción de inconformidad fue el punto final a la marcha que inicio en el Parque de la Piedra Lisa, sobre la avenida Galván. Durante varios minutos, cientos de mujeres, preferentemente ataviadas con prendas de color morado, ocuparon las calles céntricas de la capital del estado para exigir respeto a sus derechos, el fin de las violencias que se ejercen en su contra, reclamar igualdad y llamar a las autoridades a que cumplan con su responsabilidad para castigar los feminicidios y lograr que aparezcan las desaparecidas.
Con un muy discreto operativo de seguridad que acompañó muy a la distancia a los contingentes organizados, las mujeres también reclamaron una y otra vez la presencia de la gobernadora Indira Vizcaíno y de otras mujeres con cargos de responsabilidad en los 3 niveles de Gobierno. A su paso por el Palacio Federal, frente al jardín Núñez, las inconformes realizaron algunas pintas en la barda de madera que se levantó para proteger ese inmueble histórico. La calle Madero fue escenario de sus reclamos sin que se reportaran incidentes mayores. Por precaución, algunos de los negocios, los menos, decidieron bajar sus cortinas.
Finalmente, los contingentes se apostaron frente a Palacio de Gobierno. Aparecieron los reclamos y exigencias en forma de pintas en el suelo y en la fachada. Esa forma de protesta se extendió a una parte de la Basílica Menor. Casi a la par, las 2 puertas de madera fueron objeto de la ira de una parte de las manifestantes. Una y otra vez fueron golpeadas para ser derribadas. Tras varios intentos, una parte cedió ante el júbilo de las presentes. Todo ello empujó a las mujeres a seguir golpeando las puertas hasta que cayeron por completo dejando al descubierto que tras ellas había una barricada con planchas de acero y decenas de agentes con protección, cascos y escudos antomotines.
En un momento dado de la protesta, el fuego apareció. Desde dentro, personal de seguridad utilizó extintores para apagarlo, lo que despertó la furia de las presentes. No hubo más intentos de apagar las llamas desde dentro de Palacio de Gobierno con esos extintores. “¡Que arda, que arda!”, comenzaron a reclamar las inconformes juntando los pedazos a los que quedarían reducidas las puertas. Había fuego intenso. Nuevamente desde adentro, los agentes comenzaron a tirar agua logrando apagar las llamas y, al parecer, también los ánimos. Poco a poco las asistentes se fueron dispersando.
Fotografías de Paulina Anahí Atanacio Silos y Carlos Arévalos.
