Edgar Amador, quien fue ratificado la tarde de este miércoles (12) como secretario de Hacienda, rechazó una guerra arancelaria entre México y EUA una vez que llegue el plazo de las negociaciones entre ambos países, el próximo 2 de abril.
Según publica Reforma en su edición digital, tras la entrada en vigor de aranceles del 25% al acero y aluminio, el funcionario federal confió en que el marco comercial de México y la política fiscal del país lo va a aislar de la volatilidad generada por el contexto internacional.
“Yo creo que no va a haber una guerra de aranceles, tenemos un marco comercial muy sólido y una política fiscal estable y eso nos va a aislar, digamos, de cualquier volatilidad”, dijo.
El funcionario federal reconoció que el “efecto Trump” está generando incertidumbre en los mercados.
No obstante, dijo que la instrucción de la presidenta Claudia Sheinbaum es garantizar una política fiscal sólida, lo que permitirá soportar la volatilidad.
“No nada más a nuestra economía, sino a los mercados, pero están muy bien, los mercados son profundos, el Banco de México ha hecho un buen trabajo y las instrucciones de la presidenta son de mantener una política fiscal sólida y con eso vamos a tener un marco que nos va a permitir soportar esta volatilidad”, aseguró.
Esta tarde, la Cámara de Diputados ratificó a Edgar Amador como secretario de Hacienda, en sustitución de Rogelio Ramírez de la O.
De manera inédita, los coordinadores parlamentarios acordaron pausar la discusión de las leyes secundarias de la reforma energética para abrir un “impasse” y procesar las propuestas de la presidenta Claudia Sheinbaum para designar, además de Amador, a Carlos Gabriel Lerma Cotera como subsecretario de Ingresos y a Roberto Carlos Fernández González como Tesorero de la Federación.
Los 3 funcionarios rindieron protesta tras una breve discusión de alrededor de una hora, luego de haber comparecido por la mañana ante la Comisión de Hacienda.
La ratificación, avalada por unanimidad con 419 votos, fue remitida al Ejecutivo federal.
Durante el debate, diputados de oposición le dieron su voto de confianza al nuevo secretario de Hacienda y le demandaron recudir el déficit fiscal y la inflación y modificar el Pacto Fiscal.
El panista Héctor Saúl Téllez dijo que el voto a favor de su bancada no es incondicional, ya que los retos que enfrenta no son menores, luego de que durante el sexenio pasado el crecimiento económico fue inferior al del sexenio de Miguel de la Madrid, la deuda pública aumentó en un 70% de 2018 al 2024, mientras que el déficit fiscal pasó de 1.6 a 5.9%.
Agregó que el nuevo secretario tendrá también la “tarea difícil” de recomponer las finanzas de Pemex, que hoy tiene una deuda de 2.4 billones de pesos mientras que, por primera vez en muchos años, la CFE registra número negativos, con un déficit de 12,200 millones de pesos el año pasado.
El legislador advirtió que, tras la ratificación de Amador, uno de los hombres de confianza de la presidenta Claudia Sheinbaum, ya no habrá excusas en materia de finanzas púbicas.
“Esperamos que haya un diálogo de construcción de protección de las finanzas públicas del país y de apoyar en el tema de la amenaza arancelaria”.
La emecista Patricia Elizondo dijo que México enfrenta desafíos considerables, como la deuda pública y la inflación que impacta el poder adquisitivo, escenario que se complica con la falta de certidumbre en el sector productivo generada por la reforma judicial.
La legisladora, precisó Reforma, demandó al economista dejar de endeudar al país, “como lo han venido haciendo hasta ahora” y garantizar que el presupuesto no sea usado con fines electorales y que la política fiscal no sea utilice como una herramienta de persecución política.
El priista Jerico Abramo Masso dijo que espera que el nuevo secretario de Hacienda reduzca el déficit de 5.9 a 3.9%, ya que se trata de una medida importante para los mercados.
El legislador reconoció la capacidad de Amador y de su equipo, a quien solicitó abrir el diálogo para un gran acuerdo en torno a la Ley de Coordinación Fiscal con el objetivo de cambiar la fórmula que establece que el 80% de los ingresos se quedarán en la Federación y el 20% es para estados y municipios.
Con información de Reforma

