El canciller de Japón, Takeshi Iwaya, expresó el descontento de este país con los aranceles impuestos por EUA a las importaciones de acero y aluminio en una reunión con su homólogo estadounidense, Marco Rubio, en los márgenes del encuentro de los titulares de Exteriores del G7 de la víspera.
Iwaya dijo a Rubio que Tokio considera “lamentables” las nuevas medidas arancelarias impuestas por la Administración de Donald Trump y volvió a solicitar la exención de Japón por ser uno de los principales socios comerciales de Washington, según explicó a los medios nipones tras el encuentro.
El ministro nipón de Exteriores también trasladó a Rubio la voluntad japonesa de mejorar las relaciones bilaterales pese a los roces por motivos comerciales, a lo que el secretario de Estado estadounidense respondió valorando los lazos entre ambos países como “extremadamente importantes”, según Iwaya.
El encuentro tuvo lugar durante la reunión de ministros de Exteriores del G7 que comenzó este jueves en Charlevoix (Canadá), con la creciente guerra comercial entre Estados Unidos y sus aliados y los conflictos de Ucrania y Medio Oriente como temas más destacados en agenda.
Japón ha solicitado de forma insistente a Estados Unidos la exención de sus nuevos aranceles, a través de pronunciamientos de su Ejecutivos y de reuniones entre ministros nipones y sus homólogos estadounidenses.
Además de los aranceles impuestos esta semana al acero y el aluminio, Japón teme verse afectado por las nuevas medidas de ese tipo que anunció Trump sobre la importación de vehículos de hasta el 25%, y que entrarían en vigor el próximo 2 de abril.
De salir adelante estas nuevas restricciones comerciales, supondrían un duro golpe para la industria automotriz nipona, que tiene en la primera economía mundial a uno de sus principales mercados.
Los fabricantes japoneses enviaron a Estados Unidos 1.37 millones de vehículos el año pasado, el 28.3% de todas sus exportaciones.
