Aunque matemáticamente el París Saint Germain (PSG) aún no es campeón, es un hecho tan inminente e irrebatible que ya lo siente como suyo, aún más con la remontada, exhibición y rotundidad con la que solventó su visita al Saint Etienne (1-6), con 5 goles en el segundo tiempo.
Cumplidos los 2 primeros requisitos para ser ya campeón este mismo sábado (primero el revés del equipo marsellés frente al Reims, con el que perdió por 3-1, y después el vigésimo segundo triunfo en 27 jornadas del conjunto liderado por Luis Enrique Martínez), queda solo el tercero para que ni siquiera las matemáticas pongan alguna duda a su decimotercer título de la Ligue 1, el undécimo desde 2012-13: el empate entre el Mónaco y el Niza.
Si eso se produce, este mismo sábado (29), el PSG será el campeón inequívoco y seguro de la competencia francesa, mientras divisa ya las semifinales de la Copa de Francia este mismo martes (1) y asoman a una semana y media los cuartos de final de la Liga de Campeones contra el Aston Villa de Unai Emery. Lo quiere todo. Está preparado para todo. El 1-6 es una demostración. También sus 8 triunfos seguidos en la liga gala, en la que aún es invencible. Y ha ganado 14 de sus últimos 15 choques entre todas las competencias.