Joe Burrow, quarterback de los Cincinnati Bengals, acordó una extensión de contrato por 5 años y 275 millones de dólares que lo convierten en el jugador mejor pagado en la historia de la NFL.
El pasador de 26 años ganará 55 millones de dólares por año, supera los 52.5 millones con los que Justin Herbert, mariscal de campo de Los Angeles Charges, mantenía la etiqueta del jugador con el sueldo número uno de la liga.
A Joe Burrow aún le quedaban 2 años de contrato con el equipo dirigido por el entrenador Zac Taylor; con este nuevo acuerdo estará en Cincinnati hasta 2029.
El chico nacido en Ames, Iowa, se presentó en la NFL en la temporada 2020, luego de ser seleccionado en el lugar uno de la primera ronda del Draft de aquel año.
En su campaña de debut deslumbró con sus actuaciones que lo tenían en la cima de las votaciones para ser designado Mejor Novato del 2020, pero una lesión en la rodilla en la semana 11 ante Washington le impidió terminar la temporada.
Burrow se rompió el ligamento cruzado anterior, el ligamento medial colateral y tuvo problemas estructurales en su rodilla izquierda, lo que provocó preocupación en los Bengals por el futuro de su joven promesa.
El pesimismo se esfumó con la espectacular temporada 2021 que tejió el ganador del trofeo Heisman en el futbol colegial con los LSU Tigers en el 2019.
Joe llevó a los Bengals a romper con una sequía de 32 años sin ganar un título de la Conferencia Americana y sin jugar un Super Bowl, aunque en éste cayeron ante Los Angeles Rams.
El año pasado Burrow volvió a liderar a su equipo a la final de la Conferencia Americana, que perdió contra los Kansas City Chiefs.
En 3 años en la NFL Joe Burrow acumula 11,774 yardas; suma 82 anotaciones y 31 intercepciones.
El quarterback, quien se recuperó de una lesión en la pantorrilla que sufrió en agosto pasado, en la pretemporada, se presentará en la semana uno de la temporada 2023 el próximo domingo ante los Cleveland Browns.