El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, calificó de “provocación” el envío de armas nucleares tácticas rusas a Bielorrusia, pero pidió cautela y descartó una respuesta nuclear por parte de Washington.
“Seguiremos monitoreando la situación de cerca y de forma cautelosa. No tenemos ningún motivo por el que reajustar nuestra política nuclear. No hay indicios de que Rusia se prepare para usar las armas”, dijo el líder de la diplomacia estadounidense en una rueda de prensa.
De todos modos, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, está comprometido a defender “cada centímetro” del territorio de la OTAN, subrayó el secretario.
Blinken opinó que el envío de ese armamento es una nueva “provocación” y una “decisión irresponsable” del presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, quien está cediendo la soberanía a su país vecino.
Además, dijo que resulta “irónico” que el mandatario ruso, Vladímir Putin, esté desplegando armas nucleares tácticas en Bielorrusia cuando uno de los pretextos que utilizó para lanzar la invasión de Ucrania fue precisamente evitar que Kiev desarrollara un arma atómica.
El secretario de Estado recordó que tanto Ucrania como Bielorrusia cedieron voluntariamente su armamento nuclear cuando se desintegró la Unión Soviética.
Putin anunció que las primeras armas nucleares tácticas ya han llegado a Bielorrusia en un proceso que terminará con su despliegue en el país vecino como muy tarde a finales de año.
Los ministros de Defensa de Rusia, Serguéi Shoigú, y de Bielorrusia, Víktor Jrenin, suscribieron a finales de mayo en Minsk los documentos que reglamentan el almacenamiento de armas nucleares no estratégicas en territorio de la antigua república soviética.
El jefe del Kremlin reiteró que ya ha dicho en numerosas ocasiones que las armas nucleares solo pueden ser utilizadas por Rusia si hay una amenaza a la integridad territorial, la independencia, la soberanía y la existencia del Estado ruso.
Con información e imagen de EFE