El alcalde de Nueva York, el demócrata Eric Adams, anunció este sábado recortes de presupuesto del 5% en todas las agencias de la Administración local debido al gasto proyectado en la crisis de inmigración, de unos 12 mil millones de dólares en los próximos 3 años.
Desde abril de 2022 han llegado a la ciudad unos 110 mil inmigrantes y los últimos datos indican que la Administración tiene a su cargo a 60 mil, incluidos más de 20 mil niños, a quienes provee de albergue, comida, asistencia sanitaria, ayuda legal y educación para los menores.
Adams anunció los recortes vía comunicado y vídeo pregrabado tras causar polémica esta semana declarando que el flujo de inmigrantes destruirá la ciudad, ante lo que políticos republicanos locales le dieron la razón mientras que demócratas y grupos activistas le acusaron de fomentar el odio.
El alcalde reiteró este sábado sus llamadas a los Gobiernos estatal y federal para que “paguen su parte” en el costo de esta crisis que considera humanitaria y nacional, incluyendo acelerar la entrega de autorizaciones de trabajo para los migrantes y acometer una “reforma migratoria amplia”.
Al anunciar los recortes del 5% de hoy, Adams sostuvo que no supondrán despidos, pero sí afectarán a los recursos disponibles y los puestos vacantes, y avisó de que “tomará acciones adicionales para controlar el gasto y promocionará ahorros en presupuesto que serán anunciados en un futuro próximo”.
El año pasado, el dirigente ya anunció un recorte de presupuesto del 3% en las agencias locales y otro del 4.75% para el año fiscal actual, indica el diario New York Post. El recorte del 5% va dirigido a los próximos años, especifica la nota.
La ciudad ha tenido que hacer malabarismos para albergar a los recién llegados, a los que ha ubicado en hoteles, carpas, campos de futbol, antiguas escuelas o gimnasios, y evalúa otras alternativas ante el continuo flujo que en las últimas 3 semanas ha rondado las 3 mil personas cada semana.
La ciudad tiene la obligación, por una orden de un tribunal de hace 4 décadas, de proveerles albergue, comida y otra asistencia, así como educación para los niños, situación que según Adams llevará al déficit fiscal, y sin que hasta ahora haya recibido la ayuda económica que tanto él como la gobernadora Kathy Hochul han reclamado al gobierno federal.