El neozelandés Scott Dixon (Chip Ganassi) aplicó su experiencia para sobreponerse y ganar una carrera caótica en Laguna Seca, en el cierre de la temporada de IndyCar, que el campeón Alex Palou (Chip Ganassi) despidió con un meritorio tercer puesto.
Es la tercera victoria de Dixon en las últimas 4 carreras tras las conseguidas en Gallagher y Bommarito, consolidando el segundo puesto en la general. Es además la primera vez que el neozelandés se lleva el triunfo en un circuito tan emblemático como Laguna Seca.
“Hay que darle mucho mérito a este equipo. Estamos celebrando el segundo título de Alex, y no podemos agradecer lo suficiente el trabajo que se ha hecho para esta carrera. Hemos ganado y eso es lo que importa”, comentó Dixon tras bajar de su monoplaza.
Completó el podio otro neozelandés como Scott McLaughlin (Team Penske) con el segundo puesto, su cuarto cajón del año.
Una carrera caótica
La última prueba del campeonato de la IndyCar en Laguna Seca estuvo caracterizada por las constantes banderas amarillas, hasta en 8 ocasiones se mostró la señal de precaución en un circuito que en los últimos 3 años sólo lo había mostrado 3 veces.
Pese a que Palou ya tenía el título en sus manos, el español avisó en la previa de que iría a por todas también en Laguna Seca.
“Estaré más relajado, obviamente. No tengo que pelear por puntos ni nada de eso, pero sigue siendo una carrera y quiero ganarla. Sabemos que tenemos un coche que está capacitado para ello”, afirmó ambicioso antes de tomar la salida.
Ya en la segunda curva de la carrera se dio un accidente con hasta 5 coches involucrados y fuera del trazado, era el aviso de lo que venía por delante. Se vieron piques entre compañeros con Graham Rahal (Rahal Letterman) bajándose del coche para ir a por su compañero Jüri Vips, incluso choques entre compatriotas cuando los suecos Marcus Ericsson (Chip Ganassi) y Felix Rosenqvist (Arrow McLaren) se tocaron y dejaron sus monoplazas cruzados en medio de la pista.
En la última curva de la séptima vuelta Palou adelantó a Rosenqvist y comenzó a liderar la carrera, algo que también lograron el mexicano Pato O’Ward (Arrow McLaren), Romain Grosjean (Andretti) y Scott Dixon.
El alto ritmo de Palou le permitió por momentos sacar hasta 10 segundos de ventaja a sus perseguidores, pero con las amarillas se neutralizó todo, y a falta de 30 vueltas, el español fue golpeado atrás por el canadiense Devlin DeFrancesco (Andretti), obligándole a pasar por boxes y perder opciones.
Con Colton Herta (Andretti) provocando un nuevo accidente, se agruparon todos de nuevo y Dixon se puso en cabeza, con su resistencia habitual no se vio superado por McLaughlin, Callum Ilott (Juncos Hollinger) ni Palou, que marchaban tras él.
Fue un día importante para el equipo Juncos-Hollinger con sus 2 pilotos siendo muy protagonistas, el británico Ilott terminó en el quinto puesto recuperándose de una salida de pista. Y el argentino Agustín Canapino peleó sus opciones de ser rookie del año, llegó a ser segundo pero un mal trazado del sacacorchos le condenó al decimocuarto puesto.
En McLaren se acuerdan de Palou
En la previa de la carrera, el máximo mandatario del equipo Arrow McLaren, Zak Brown, fue muy directo al ser preguntado por Palou, y recalcó que todavía es su piloto reserva en el equipo de Fórmula Uno.
“Estaba previsto que Palou estuviera con nosotros en cada carrera hasta final de temporada, como piloto reserva. Estoy seguro de que no irá a Singapur, aunque tenemos una habitación de hotel reservada para él”, manifestó el líder de la escudería británica.
