Además de las cuestiones sanitarias, los productores de coco están enfrentando otro problema relacionado con la comercialización del coco asiático, que representa una competencia dispar en la industria, de acuerdo con el productor Miguel Cavazos Ceballos.
En una entrevista, explicó que la producción de coco no ha bajado este año, pero los precios si, especialmente en lo que respecta al aceite y fibras, así como coco rallado. “El único coco que está valiendo es el coco blanco, para fruta, pero todo lo de la industria se ha bajado por la competencia internacional y sus precios tan baratos”.
Señaló que en las fibras, la afectación llegó a provocar la disminución de entre un 30 a un 40% del precio y esto ha llevado a reducir los precios nacionales, aunque no se reditúe ya que los compradores se niegan a pagar calidad.
De esa forma, dijo, las empresas tienden a bajar sus precios considerablemente porque en la India el coco convertido en pesos tiene un valor por bola de 1.50, mientras que, en México, el valor fluctúa de 4 a 4.5 pesos; “así que no competimos”.
Otro de los factores que ha consolidado el mercado del coco asiático en México, comentó, es que debido a la pandemia de Covid-19 tuvieron mucho producto y los fletes de los barcos bajaron, pues “de andar en 15 mil dólares, los tienen en 2,400”.
En cuanto a la cantidad de producto asiático que entra a México, dijo que en el caso de las fibras entra al menos un 70% de lo que se requiere a nivel nacional, mientras en el caso del aceite puede ser un poco menos, pero a precios muy bajos; lo mismo que en coco rallado. Ello, insistió, deja en una situación más difícil al sector.
En cuanto a la producción de Colima, Miguel Cavazos informó que las palmas viejas de alto pacífico están produciendo de 80 a 100 cocos cada una por año, y la hectárea tiene de 50 a 70 palmas, cuando anteriormente se sembraban 100. En el caso de la variedad enano verde, se están sembrando 220 palmas aproximadamente por hectárea, que en 4 años podrían estar produciendo 350 cocos cada palma por año.