El desfile militar que celebra los 250 años del Ejército estadounidense en Washington ante una tribuna de autoridades presidida por Donald Trump fue adelantado unos 30 minutos ante la amenaza de tormenta y lluvia.
Varios miles de soldados comenzaron a desfilar en la Avenida de la Constitución, incluidos los famosos paracaidistas de los Golden Knights, que aterrizaron sin contratiempos pese al cielo nublado de la capital en la Elipse frente a la Casa Blanca.
Trump fue recibido con una salva de cañones al inicio de una ceremonia polémica, porque la tradición estadounidense no acostumbra grandes desfiles de armamento y militares en la capital, pese a que es algo normal en otras naciones.

Regimientos históricos, desde la Guerra de Independencia a la Primera y Segunda Guerra Mundial, desfilaron junto a unidades de una importancia histórica como la Aerotransportada.
La batalla de Bunker Hill, del 17 de junio de 1775, durante la Guerra de Independencia, marca la primera batalla del Ejército estadounidense y el comienzo de una rama de las Fuerzas Armadas que antecede a la fundación de este país.
Es desfile ocurre al mismo tiempo que unas 2 mil protestas en los 50 estados de EUA para eclipsar el desfile y protestar contra lo que llaman “autoritarismo” por parte del Gobierno estadounidense.
El desfile, que coincide con el 79 cumpleaños de Trump, ha sido criticado por los convocantes y otras figuras que consideran que el presidente busca alimentar su ego con un evento que honra el 250 aniversario de la fundación del Ejército de EUA.


