Al menos 7 soldados colombianos resultaron heridos en un ataque achacado a las disidencias de las FARC en el departamento del Cauca, donde esta madrugada fueron hostigadas 4 estaciones policiales, hechos en los que murió un civil y otro más resultó herido.
El comandante del Comando Específico del Cauca, el general Federico Mejía, aseguró que miembros de la columna móvil Jaime Martínez, que pertenece al Estado Mayor Central (EMC), la mayor disidencia de la guerrilla, “atacaron demencialmente un convoy militar”.
En total, agregó el oficial, resultaron heridos “7 soldados profesionales, afortunadamente con heridas leves en miembros inferiores y superiores”.
Igualmente, Mejía denunció otro ataque en el que los disidentes intentaron atacar una base militar del municipio de Suárez, también en Cauca, en un atentado fallido en el que fue detenido uno de los criminales y abatido otro.
Ataques contra la policía
Se trata de una serie de oleadas que las disidencias -que supuestamente están negociando un cese al fuego bilateral con el Gobierno y el inicio formal de los diálogos de paz- han realizado en las últimas horas contra objetivos militares y de justicia.
Las disidencias atacaron estaciones de Policía de los municipios de Buenos Aires, Suárez, Mondomo y Cajibío, en una escalada de violencia que arrancó el fin de semana y que ha afectado a comunidades de varias poblaciones de ese departamento.
Estos hostigamientos contra la Policía dejaron un civil muerto y otro herido en el corregimiento (aldea) de Mondomo, en el municipio de Santander de Quilichao, según denunció el Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC).
Por otro lado, en los últimos días una arremetida de las disidencias en el municipio de Jambaló atemorizó a la población que vio durante el fin de semana atentados y ataques de los criminales contra los helicópteros del Ejército.
En este pueblo, donde más del 90% de la población es indígena, disidentes de la columna Dagoberto Ramos, que hace parte del EMC, hostigaron el domingo de madrugada al pueblo y las instalaciones policiales.
En este hecho, en el que se utilizaron armas de fuego y artefactos explosivos, resultaron heridos 2 policías que se encuentran estables.
Al mismo tiempo, los atacantes dinamitaron la sede del Banco Agrario y se robaron un cajero automático, algo que las autoridades manifestaron que alterará “la normal operación y entrega de recursos a los ciudadanos”.
Tras los ataques, la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca (ACIN) escribió en sus redes sociales: “El cese al fuego no puede aplazarse un día más. La población indígena se encuentra bajo fuego. ¡Exigimos el respeto a la vida!”.
Esto porque el Estado Mayor Central (EMC), la mayor disidencia de las FARC y a la que se acusa de estos ataques, prepara con el Gobierno un acuerdo de cese al fuego bilateral que esté vigente cuando comiencen las conversaciones formales de paz.
El Gobierno y el EMC ya tuvieron un cese al fuego que comenzó en enero y que fue roto de forma parcial en mayo -antes de que se cumplieran los 6 meses fijados- en 4 departamentos, después de que las disidencias asesinaran a 4 menores indígenas a los que antes habían reclutado.
Desde entonces, el Gobierno ha tratado de parar la expansión de la principal disidencia de las FARC, formada por unas 3 mil personas y comandada por alias “Iván Mordisco”, mientras que éstos han multiplicado sus ataques contra la fuerza pública, sobre todo en el suroeste del país.