La Iglesia católica de México hizo un llamado este domingo a “desarmar” las calles en un país “herido por la violencia”, con motivo del tercer aniversario luctuoso de los sacerdotes jesuitas Joaquín Mora y Javier Campos, asesinados en Cerocahui, Chihuahua.
En su editorial dominical del semanario Desde la Fe, la institución religiosa afirmó que “el anhelo de paz no puede ser una consigna vacía, ni un llamado abstracto”, sino una tarea urgente y concreta.
“A partir del testimonio de los padres Javier y Joaquín, y de tantas víctimas silenciadas, recordamos que la paz verdadera no se decreta: se construye en comunidad”, indicó la publicación.
Este mensaje se da luego de que la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) convocara el pasado viernes a un homenaje nacional con el repique de campanas en todos los templos del país para recordar a las víctimas de la violencia.
En este marco, el obispo auxiliar de la Arquidiócesis Primada de México, Francisco Javier Acero Pérez, expresó su preocupación por las redadas migratorias en Estados Unidos, a las que calificó como “injustas” y marcadas por el racismo. “Cuando vuelve el racismo, pues estamos otra vez en una humanidad dividida”, apuntó.
La Iglesia recordó también el impacto del Diálogo Nacional por la Paz, una iniciativa que surgió tras el asesinato de los jesuitas y que ha logrado reunir a miles de personas para trabajar en iniciativas de reconciliación desde la familia, las escuelas, las universidades y las comunidades.
Durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador (2018-2024) se registraron 196 mil asesinatos, la cifra más alta en la historia reciente. En contraste, la actual presidenta, Claudia Sheinbaum, ha declarado una reducción del 25.8 % en los homicidios durante sus primeros ocho meses de gobierno.

