Ultraortodoxos judíos protestaron hoy en Jerusalén y otros puntos de Israel contra el arresto de un miembro de su facción que no se presentó a las autoridades por el servicio militar, obligatorio en Israel, pero del que los religiosos suelen quedar exentos al dedicarse en gran medida al estudio del judaísmo.
Cientos de personas se manifestaron y cortaron calles y carreteras en Jerusalén, Bnei Brak o la urbe norteña de Rosh Pina, en protesta por la detención de uno de los integrantes de su grupo, estudiante de una yeshivá (escuela religiosa judía) perteneciente al movimiento ultraortodoxo Facción de Jerusalén. Este tiene posturas más bien radicales ante el Estado israelí, con el que mantienen el mínimo de lazos e incluso niegan su legitimidad por ser una entidad secular.
Tradicionalmente, desde que sus líderes religiosos pactaran toda una serie de concesiones con la fundación de Israel en 1948, los judíos ultraortodoxos tienen facilidad para eximirse del servicio militar, aunque tienen que presentarse ante las autoridades para tramitar su exención alegando que se dedican al estudio religioso.
Aún así, como parte de su política de boicot al Estado, la Facción de Jerusalén rechaza incluso asistir a centros de reclutamiento para gestionar su exención. Esto ya provocó en el pasado que sus miembros fueran detenidos, lo que ocasionó protestas como las de hoy.
“A la luz del arresto criminal del priso del mundo de la Torá, nuestro rabino nos ha ordenado salir, manifestarnos y hacer ruido”, declaró el grupo en comunicado citado por el diario israelí Haaretz.
Ante la presencia de los religiosos bloqueando la vía pública y la línea del tranvía en Jerusalén, la Policía israelí usó caballos, cañones de agua y medios de dispersión antidisturbios.
También detuvo a 2 personas “por alteración del orden público”, y después de que “un oficial de Policía ordenara dispersar a los infractores y estos no obedecieran, las fuerzas policiales empezaron a actuar” para separarlos, informó un portavoz en un comunicado.
En la urbe de mayoría ultraortodoxa de Bnei Brak, cerca de Tel Aviv, los congregados cortaron la autopista y la vía del tren.
Estas protestas suelen ocurrir de manera intermitente en Israel, donde la tensión con los ultraortoxos -el sector que más crece a nivel demográfico y que ya son el 13.5% de población- ha aumentado durante los últimos años.
Los israelíes seculares temen el crecimiento de los religiosos por sus inclinaciones políticas conservadoras. También lamentan que son los laicos quienes asumen gran parte de carga de impuestos, mientras hay ultraortodoxos que reciben subsidios, no trabajan ni van al Ejército, fricción que la última década derivó en crisis políticas.
En los últimos años, los principales partidos representativos de los ultraortodoxos, el partido Judaísmo Unido de la Torá y Shas, han integrado las coaliciones de Gobierno y han sido firmes aliados de Benjamin Netanyahu, y actualmente son parte de su Ejecutivo.
Desde hace tiempo, entre sus demandas está la aprobación de una ley que formalice la exención del servicio militar a los religiosos, algo por lo que se han hecho borradores pero que no nunca derivó en la instauración final de la norma.