El Banco Central Europeo (BCE) ha revisado 2 décimas a la baja, hasta el 0.7%, el crecimiento económico previsto para la eurozona en 2023, mientras que ha elevado 2 décimas su estimación de inflación media para este año, hasta el 5.6%.
El BCE ha rebajado “significativamente” sus proyecciones de crecimiento de la economía de la zona euro por el efecto que tiene el creciente endurecimiento de las condiciones de financiamiento sobre la demanda interna y el debilitamiento del comercio internacional, ha explicado el organismo en un comunicado.
Ahora esperan que la economía de la zona del euro crezca un 0.7% en 2023, un 1% en 2024 y un 1.5% en 2025.
Respecto a la inflación, el BCE eleva 2 décimas, hasta el 5.6% y el 3.2%, su previsión para este año y el que viene, reflejando así “principalmente” una senda más elevada de los precios de la energía. Para 2025, rebaja una décima la inflación prevista, al 2.1%.
Asimismo, el organismo mantiene para este año la previsión de inflación subyacente, la que no tiene en cuenta alimentos o energía, en el 5.1% en 2023, y la rebaja ligeramente para los 2 siguientes hasta el 2.9% en 2024 y el 2.2% en 2025.
Las presiones inflacionistas subyacentes continúan siendo “intensas”, ha señalado el organismo, pese a que la mayoría de los indicadores han comenzado a moderarse.
El organismo ha apuntado que las condiciones de financiamiento han vuelto a endurecerse y están frenando cada vez más la demanda, lo que considera que es un factor “importante” para que la inflación vuelva al objetivo del 2% a medio plazo.
El sector servicios empieza a debilitarse
La presidenta del BCE, Christine Lagarde, ha explicado que los últimos indicadores sugieren que la economía se mantendrá débil en el tercer trimestre después de haber estado, en general, estancada en la primera parte del año.
“El sector servicios, que había sido resiliente hasta ahora, se está debilitando”, ha añadido Lagarde en la rueda de prensa posterior al anuncio de la decisión del BCE de subir 25 puntos adicionales los tipos de interés.
Lagarde ha señalado que el mercado de trabajo resiste, a pesar de la ralentización económica y ha destacado que la tasa de desempleo se mantuvo en su nivel más bajo en julio.
Aunque, ha apuntado, que el impulso de la creación de empleo puede estar desacelerándose y que el sector servicios, que ha sido el principal catalizador del crecimiento del número de empleos desde mediados de 2022, está ahora creando menos puestos de trabajo.
La inflación continúa elevada
Lagarde ha reiterado que la inflación se mantiene elevada en la eurozona y que su descenso se ha visto interrumpido por el alza de los precios de la energía.
Respecto a la inflación subyacente, la presidenta del BCE ha señalado que la mayoría de los indicadores relacionados con la inflación subyacente están empezando a caer conforme la demanda y la oferta están más alineadas y que la contribución de los anteriores aumentos de los precios de la energía se está desvaneciendo.
Lagarde ha reiterado que su mandato es llevar a la zona del euro a la estabilidad de precios y ha apuntado que se están haciendo progresos en esta lucha que está liderando el organismo, aunque todavía la eurozona no está en el objetivo.
En este sentido, la presidenta del BCE ha señalado que las medidas tomadas por el organismo se están trasladando a la economía y que en los últimos meses lo están haciendo a una mayor velocidad.
Así, Lagarde ha reiterado, en varias respuestas a la prensa, que el Consejo de Gobierno considera que los tipos de interés oficiales del BCE han alcanzado niveles que, mantenidos durante un período suficientemente largo, contribuirán de forma sustancial al pronto retorno de la inflación al objetivo.