A pesar de los avances en tecnologías de pronóstico y comunicación, la cultura de la prevención ante fenómenos naturales continúa siendo limitada en municipios costeros como Tecomán, advirtió Fernando Alcaraz Cruz, exdirector de la Unidad Municipal de Protección Civil, quien considera que la población aún actúa más desde la reacción que desde la previsión, especialmente durante la temporada de lluvias y ciclones.
En una entrevista, Alcaraz Cruz explicó que, aunque hoy se cuenta con herramientas de acceso inmediato -como redes sociales para difundir los pronósticos del Servicio Meteorológico Nacional, la NOAA (National Hurricane Center) y de la Secretaría de Marina-, la respuesta tanto ciudadana como gubernamental suele ser tardía.
“A veces lo dejan para el último. Ya sabemos que hay sistemas como Flossie acercándose a nuestras costas, con condiciones propicias para intensificarse. Sin embargo, no siempre se activan a tiempo las acciones preventivas”, señaló.
Indicó que zonas de playa como Paraíso, Cuyutlán y Pascuales suelen ser las más afectadas, y aunque en el caso específico de la aun tormenta tropical Flossie se espera un oleaje fuerte pero menor al de tormentas anteriores, es fundamental que tanto autoridades como ciudadanía actúen con anticipación, no cuando el fenómeno ya está impactando.
Además del riesgo natural, Alcaraz subrayó que el factor humano sigue siendo una causa directa de encharcamientos e inundaciones. Comentó que, tras una lluvia reciente en Tecomán, al recorrer calles como José Espinoza Rivera, observó múltiples bolsas de basura en la vía pública, lo que ocasiona taponamientos en las alcantarillas y contribuye a la acumulación rápida de agua.
“Es un problema de conciencia. En cuanto cae la lluvia, la gente saca la basura. Eso tapa las coladeras. Por eso nos encharcamos tan rápido. No son inundaciones como tal, pero el efecto es similar”, lamentó.
El especialista también hizo un llamado a la responsabilidad individual durante los temporales, exhortando a la población a no salir si no es estrictamente necesario. Reconoció que muchas personas buscan “dar la vuelta” o confían en que sus vehículos grandes podrán sortear cualquier obstáculo, sin considerar los riesgos asociados.
“Si ya estás en casa, tranquilo y resguardado, lo mejor es que no salgas. Muchas veces el motivo del traslado no es urgente. Y si ya sabemos que hay baches, que hay lluvias, entonces hay que reducir la movilidad”, recomendó.
Aunque reconoció que sí ha habido avances en materia de prevención, consideró que el ritmo sigue siendo lento. “Va avanzando, sí, pero para mi punto de vista, muy despacio, con todo respeto”, expresó.
Finalmente, insistió en que, además del trabajo institucional, se requiere una estrategia permanente de concientización ciudadana. La prevención, concluyó, debe empezar desde lo cotidiano: no tirar basura, planear los traslados, seguir las alertas oficiales y, sobre todo, asumir que el autocuidado también forma parte de la protección civil.
