Hasta el momento, el Gobierno del estado no ha hecho nada ante la problemática que enfrentan los apicultores locales, pues los productores de coco siguen aplicando el plaguicida fipronil, el cual ha causado ya este año la muerte de unos 9 millones de abejas, según denunció el presidente del Comité Sistema Producto Apícola de Colima, Roberto Chávez.
Luego de reiterar que este año ya se ha registrado un “envenenamiento” en alrededor de 300 colmenas, lo cual representa alrededor de 9 millones de abejas muertas, consideró que el Gobierno del estado debiera apoyarlos con el repoblamiento de colmenas, al menos con la mitad, tal y como se está haciendo en Jalisco.
“En la primera ocasión (el año pasado), a raíz de que nos estábamos quejando y nadie nos hacía caso, acudimos personalmente con el subsecretario de Desarrollo Rural, Jaime Sotelo, el cual mandó personal a realizar algunas muestras, y salieron positivos a la molécula, pero de ahí para adelante no tuvimos más respuesta. Por nuestros propios medios estuvimos saliendo adelante con el problema, pero en cuanto a que el Gobierno nos haya apoyado, no nos ha apoyado con nada”, indicó.
Roberto Chávez dijo que la autoridad les ofreció una ayuda mínima a los apicultores afectados, pues hubo quienes perdieron hasta 700 mil pesos y les ofrecieron apoyo por 12 mil pesos, lo que “prácticamente no era costeable y no lo aceptaron”.
Los apicultores, explicó, pedían que las personas responsables del envenenamiento de millones de abejas pagaran, pero el Gobierno estatal no le dio seguimiento a su solicitud.
Resaltó que además de la afectación a la apicultura del estado, con el envenenamiento de millones de abejas se están dañando los ecosistemas forestales.
Dijo que los apicultores reconocen que los productores de palma de coco, que son los que aplican el fipronil, están tratando de proteger su cultivo, sin embargo, esperan que la autoridad pueda reunirlos para tener un diálogo y se busque la manera de que no haya más envenenamiento.
Refirió que de las 20 toneladas de miel que se esperaban el año pasado, apenas se llegó a las 12. Este año calculó que se llegarán solamente a 7 toneladas.
De acuerdo a un documento publicado en la página web de la Conafor, las abejas, tanto silvestres como domésticas, tienen un papel esencial en los ecosistemas forestales y son mucho más importantes de lo que pensamos, pues la producción de alimentos a nivel mundial y la biodiversidad terrestre dependen en gran medida de su principal tarea: la polinización, un proceso natural que permite se fecunden las flores y den frutos y semillas.