Amnistía Internacional advirtió que la reciente reforma constitucional aprobada en El Salvador, que permite la reelección indefinida, incrementa el riesgo de violaciones a los derechos humanos y forma parte de una preocupante tendencia autoritaria sin contrapesos legislativos.
La Asamblea Legislativa, controlada por el partido oficialista Nuevas Ideas, aprobó y ratificó el 31 de julio en una sola jornada las reformas a los artículos 75, 80, 133, 152 y 154 de la Constitución, sin debate público ni análisis previo. La medida habilita al presidente Nayib Bukele para buscar un tercer mandato consecutivo, aunque el mandatario no ha confirmado su intención de postularse.
“La forma en que se modificó la Constitución sin procesos deliberativos ni consulta pública busca concentrar el poder en el Ejecutivo”, afirmó César Marín, director regional adjunto de Amnistía Internacional. Según la organización, desde 2021 se han promovido reformas exprés sin transparencia ni participación, debilitando la independencia judicial y suspendiendo derechos fundamentales bajo un régimen de excepción.
AI subrayó que estas reformas vulneran los derechos a la participación, libertad de expresión y acceso a la justicia, y denunció un patrón de prácticas autoritarias. La organización pidió al Estado salvadoreño revertir las medidas que han cerrado el espacio cívico y criminalizado la disidencia, además de solicitar a la comunidad internacional un monitoreo constante.
Por su parte, Bukele defendió la reforma señalando que “el 90 % de los países desarrollados permiten la reelección indefinida” y cuestionó las críticas recibidas: “Cuando un país pequeño y pobre como El Salvador intenta hacer lo mismo, de repente se convierte en el fin de la democracia”, publicó en X.

