En medio de tensiones internas en el Partido Revolucionario Institucional (PRI) de Tecomán tras los recientes cambios en la Comisión de Hacienda del Cabildo, la regidora Gina Camacho denunció violencia política de género por parte de las dirigencias estatal y municipal de su partido.
La controversia surgió luego de que Camacho votara a favor de la reasignación en la presidencia de dicha comisión, decisión que, afirmó, provocó críticas y presiones desde la cúpula priista. En un comunicado, la regidora explicó que su voto se sustentó “en la convicción de que todas las comisiones del cabildo deben ser atendidas para garantizar los mejores resultados en beneficio del pueblo”.
Destacó que la Comisión de Hacienda “requiere un manejo transparente y eficaz de los recursos públicos” y subrayó que su decisión “no fue personal ni partidista, sino pensando en la rendición de cuentas que se debe a la ciudadanía”.
Camacho señaló que su postura generó inconformidad en miembros de su partido, pero recordó que obtuvo su lugar en el Cabildo del Ayuntamiento de Tecomán “sin el apoyo del PRI” y tras una lucha legal. “Me causa extrañeza la indignación de mis dirigencias, cuando al dar la pelea legal por esta posición no solo no obtuve su respaldo, sino que fui cuestionada por ‘poner en riesgo la coalición’”, señaló.
Cuestionó además que, cuando en el pasado el PAN retiró de un cargo a Óscar Ávalos, el PRI no lo defendiera ni considerara que se afectaba la alianza. “Aunque reconozco la importancia de la coalición, el PRI tiene que defender lo que le corresponde al PRI”, puntualizó.
Respecto a su nueva responsabilidad, afirmó: “Si el Cabildo ha decidido asignarme la Comisión de Hacienda, lo veo como una oportunidad para demostrar mi compromiso con la transparencia y la buena gestión. Asumo este reto con responsabilidad y seguiré trabajando por el bien del municipio”.
Camacho también acusó que las dirigencias priistas intentan “acallarla, someterla y utilizarla a conveniencia”, y que ha recibido llamadas para amonestarla e intentar coaccionarla “para sentarse con la dirigencia estatal”. Calificó esas acciones como violencia política de género y advirtió: “¡No lo voy a permitir!, porque mis ideales de justicia y mis convicciones no me lo permiten”.

