El Instituto Municipal por la Paz en Colima protege a todo el entorno familiar -adultos, personas mayores, jóvenes, adolescentes, niñas, niños e incluso mascotas-, aseguró Edith Martínez Díaz, integrante de ese organismo.
“El instituto trabaja desde la raíz del conflicto. La violencia no tiene género: puede ejercerse por hombres, mujeres, menores, jóvenes o adultos mayores. Nosotros acudimos a donde existe una diferencia, porque esa diferencia se convierte en conflicto, y cuando un conflicto no se resuelve, es ahí donde empieza a estallar la violencia”, explicó.
Martínez Díaz señaló que la labor del instituto se centra en la prevención y disuasión, antes de que la violencia se detone, protegiendo así al núcleo familiar en su totalidad.
Agregó que el organismo forma parte de la Comisión Municipal de Salud Mental y Adicciones, la cual realizó un diagnóstico en escuelas secundarias de Colima. En dicho estudio se evaluaron 27 planteles y se midieron 8 tipos de riesgo, entre ellos el de desarrollar conductas delictivas o agresivas. “Nosotros intervenimos de manera directa en las escuelas donde se detectó el problema”, puntualizó.
Finalmente, destacó que el propósito es fomentar valores y una cultura de paz entre adolescentes, para que puedan tomar la decisión de romper los ciclos generacionales de violencia.

