Corea del Sur enviará un Boeing 747-8i de Korean Air a Estados Unidos para repatriar a más de 300 trabajadores surcoreanos detenidos en una redada migratoria en una megaplanta de Hyundai, en medio de creciente malestar social por las medidas de Washington.
El avión, con 368 asientos, saldrá desde el Aeropuerto Internacional de Incheon hacia el aeropuerto Hartsfield-Jackson de Atlanta, Georgia, y tiene capacidad suficiente para trasladar a todos los detenidos en un solo vuelo, según fuentes de la industria de aviación citadas por Yonhap.
Las detenciones se realizaron porque los trabajadores carecían de permisos laborales válidos o utilizaban visados inadecuados para trabajar en la planta conjunta de Hyundai Motor Group y LG Energy Solution. El incidente ha puesto nuevamente en discusión la dificultad de las compañías surcoreanas para enviar técnicos a Estados Unidos con visados adecuados.
El caso ha generado descontento en Corea del Sur, con algunas protestas en Seúl. Una encuesta de Realmeter mostró que casi 60 % de los ciudadanos expresaron profunda decepción con la Administración estadounidense, mientras que 31 % consideró la medida como una acción inevitable de las autoridades migratorias.

