La diputada federal colimense Gabriela Benavides, integrante del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), manifestó en una entrevista su preocupación por 2 temas que considera fundamentales para Colima: los posibles daños ecológicos derivados del nuevo puerto de Manzanillo y las afectaciones económicas que enfrentan los vendedores de playa debido a los cambios en los cobros de sus permisos.
La legisladora recordó que, desde 2023, los comerciantes que diariamente trabajan en las playas de Manzanillo fueron afectados por una decisión tomada en la oficina de representación de la Semarnat (Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales), la cual modificó las condiciones para el pago de permisos. Explicó que anteriormente los vendedores contaban con una autorización anual que les permitía trabajar todos los días, misma que pagaban una vez al año; sin embargo, la disposición cambió y se les comenzó a exigir el pago de los permisos cada 3 meses.
“Quienes tenían un permiso para trabajar y salir todos los días a buscar el sustento para sus familias, y que pagaban de manera anual alrededor de 1,300 o 1,400 pesos, de pronto se encontraron con que debían cubrir esa cantidad cada trimestre. Eso evidentemente alteró su economía”, señaló la diputada.
Benavides Cobos comentó que, tras diversas gestiones cuando aún era senadora y con el respaldo del Gobierno del estado, se logró modificar el esquema de pago y actualmente el permiso se cobra cada 6 meses, aunque consideró que esto sigue representando una afectación. “Lo ideal sería regresar al cobro anual, como ocurría antes, porque eso daba estabilidad a los vendedores y les permitía planificar mejor sus ingresos”, afirmó.
De acuerdo con la legisladora, Colima fue el primer estado en aplicar el cobro trimestral y luego el semestral, mientras que en otras entidades el esquema de pago se mantiene anual. Dijo que los propios comerciantes continúan solicitando que se revise nuevamente la medida y se regrese al esquema original, pues son personas que trabajan de manera honesta, de sol a sol, para mantener a sus familias, y lo único que piden es que se les permita hacerlo sin cargas excesivas.
En cuanto al nuevo puerto de Manzanillo, la diputada Benavides expresó su preocupación por el impacto ecológico que podría provocar la obra en la zona de humedales y manglares, considerados los más importantes del estado. “Es una gran preocupación, porque se trata de un ecosistema vital que ayuda a proteger nuestras costas y a mantener el equilibrio ambiental. Entendemos la necesidad del crecimiento y del empleo, pero no podemos perder de vista que el desarrollo debe ir acompañado de responsabilidad ecológica”, sostuvo.
La diputada federal enfatizó que no se puede negar que cualquier obra de gran magnitud genera afectaciones, pero insistió en que es posible compensar los daños ambientales si se actúa con previsión. “Podrían crearse áreas naturales protegidas o mantener dentro del propio proyecto zonas que no sean tocadas. Lo importante es entender que los manglares son plantas que absorben gases de efecto invernadero y protegen nuestras costas de desastres naturales. Si los destruimos, estaremos vulnerando nuestro propio futuro”, advirtió.
Benavides Cobos subrayó que, como representante del PVEM, mantendrá una postura vigilante frente al desarrollo portuario y al cumplimiento de las normas ambientales. “No estamos en contra del crecimiento, pero sí exigimos que sea ordenado, sustentable y que no afecte la vida de quienes dependen directamente de los recursos naturales”, apuntó.
Finalmente, hizo un llamado a las autoridades y a la sociedad en general para proteger los ecosistemas y respaldar a las familias que viven del mar. “Sí se puede crecer sin destruir. Nuestro deber es cuidar lo que tenemos y buscar que el progreso llegue sin sacrificar el medio ambiente ni la economía de quienes todos los días trabajan honestamente en nuestras playas”, concluyó.
