Más de 20 mil personas marcharon en Chiapas, en memoria del sacerdote católico Marcelo Pérez Pérez, asesinado hace un año, para exigir justicia completa y castigo a los autores intelectuales de un crimen que sacudió el estado fronterizo, en medio de los altos niveles de violencia que vive el país.
En medio de consignas como: “¿Qué queremos? ¡Justicia para el padre Marcelo!” y “¡Marcelo vive, la lucha sigue!”, los manifestantes -pertenecientes en gran parte las etnias tzotzil, tzeltal, tojolabal y chol– recorrieron más de 6 kilómetros hasta la plaza central de San Andrés Larráinzar, localidad cercana de San Cristóbal de las Casas y de dónde era originario el párroco.
El sacerdote, de 51 años, fue asesinado a balazos cuando salía de oficiar una eucaristía en un barrio popular de San Cristóbal de las Casas en octubre de 2024.
Aunque en agosto pasado fue condenado a 20 años de prisión el autor material del homicidio, Edgar “M.”, mediante un proceso abreviado, familiares y miembros de la diócesis denunciaron que la investigación permanece incompleta, ya que no se ha identificado a los autores intelectuales del crimen.
“Hasta este momento se ha producido la detención del autor material, ellos (Fiscalía General de la República, FGR) han informado que hay otras detenciones y que están en proceso de investigación y no se nos han proporcionado mayores detalles”, señaló Miguel Ángel Montoya Moreno, vicario de Justicia y Paz de la Diócesis de San Cristóbal.
La diócesis sostiene que el asesinato del sacerdote, quien dedicó su vida a defender los derechos de los pueblos originarios y a acompañar procesos de paz en comunidades indígenas, fue un crimen político y estructural.
En un comunicado conjunto, prelados de la Iglesia católica recalcaron que “una justicia que no toca a los autores intelectuales ni desmantela redes criminales es sólo simulación”.
Durante el acto conmemorativo, organizaciones como el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas (Frayba) y el Diálogo Nacional por la Paz recordaron el compromiso del padre Marcelo con la defensa de la vida, la paz y la dignidad.
Asimismo, los convocantes denunciaron la creciente violencia e inseguridad en Chiapas, especialmente en regiones indígenas cercanas a la frontera con Guatemala.

