El soldado estadounidense Travis King llegó este jueves a una base militar en Texas después de haber sido expulsado el día anterior de Corea del Norte, país al que había entrado de forma irregular en julio a través de la frontera con el Sur.
Según muestra un video transmitido por televisiones locales, King llegó en la madrugada del jueves cuando aún era de noche a una base militar en San Antonio, en el estado de Texas.
Está previsto que King pasé cierto tiempo en un centro médico que forma parte de esa base militar y donde participará en una serie de actividades destinadas a ayudar a prisioneros de guerra y rehenes a readaptarse a la vida en Estados Unidos y enfrentarse a cualquier trauma o estrés postraumático.
King, de 23 años, parece estar en buen estado de salud y estaba “muy feliz” de poder volver con su familia, explicaron el miércoles altos funcionarios estadounidenses.
El miércoles, el Gobierno estadounidense informó que Travis había sido deportado a China desde Corea del Norte.
En concreto, con la mediación de Suecia, el régimen norcoreano expulsó al soldado estadounidense y lo envió a la ciudad fronteriza china de Dandong, donde fue puesto bajo custodia de Estados Unidos.
Posteriormente, fue trasladado a la ciudad de Shenyang, también en China, desde donde fue llevado en avión a la base militar estadounidense de Osan, en Corea del Sur, y desde allí emprendió su camino de regreso a Estados Unidos.
King cruzó por sorpresa el pasado 18 de julio la Línea de Demarcación Militar (MDL, en inglés) entre las 2 Coreas y entró sin permiso en territorio norcoreano, donde ha permanecido detenido 71 días.
El soldado, que prestaba servicio en Corea del Sur, iba a ser repatriado a Estados Unidos como medida disciplinaria por sus problemas con la justicia surcoreana, pero escapó a Corea del Norte donde, según Pyonyang, pidió un asilo que le ha sido denegado.
Antes de huir a Corea del Norte, King había pasado 48 días en una institución penitenciaria de Corea del Sur debido a que no pagó la multa que se le impuso en febrero por un incidente con la Policía en Seúl en el que había pateado un coche policial de esa ciudad.