La Casa de Socorrito, estancia infantil que desde el año 2003 ha brindado atención a los hijos de madres trabajadoras, vive un cambio en el perfil de las mujeres que utilizan sus servicios: ya no predominan las jornaleras agrícolas ni las trabajadoras de la agroindustria, sino aquellas que han optado por el autoempleo para sostener a sus familias.
Lo anterior lo reconoció Lourdes Ayala Verduzco, presidenta del patronato de la institución, quien explicó que ese cambio refleja las transformaciones económicas del municipio y la disminución de oportunidades formales en el campo.
“Antes la mayoría de las mamás trabajaban en la agroindustria, pero eso ha bajado mucho porque el sector está mal. Hoy recibimos más mujeres que tienen pequeños negocios, que venden productos por catálogo o que elaboran y venden alimentos como pasteles. Son mamás autoempleadas, que salen a trabajar por su cuenta y regresan por sus hijos en la tarde”, señaló.
La Casa de Socorrito ofrece servicio de 6:30 de la mañana a 3:30 de la tarde y actualmente atiende a 33 niños, aunque cuenta con capacidad para recibir a 5 más. La presidenta del patronato detalló que, aunque no existe lista de espera, las solicitudes se revisan con cuidado para asegurar que las beneficiarias realmente requieran el apoyo.
“Verificamos que las mamás estén trabajando, porque la estancia está pensada para apoyar a quienes necesitan dejar a sus hijos en un lugar seguro mientras laboran. En este momento sí tenemos disponibilidad para que más mamás aprovechen el servicio”, explicó.
Ayala Verduzco reconoció que la disminución de mujeres empleadas en el sector agroindustrial es un foco de atención para la economía local, pues muchas han tenido que reinventarse para generar ingresos desde sus hogares o con actividades informales.
“Este cambio muestra cómo las mujeres tecomenses están buscando alternativas para salir adelante. Y si bien no dependen de un patrón, enfrentan otros retos como horarios más flexibles, ingresos variables y la necesidad de conciliar el trabajo con el cuidado de sus hijos”, comentó.
La presidenta del patronato destacó la importancia de mantener espacios como la Casa de Socorrito, que funciona como un apoyo directo para madres trabajadoras o autoempleadas, permitiéndoles continuar con sus actividades sin descuidar el bienestar y la seguridad de sus hijos.

