Después de que hace 2 años fue interrumpida por la llegada del huracán Otis, la Convención Internacional de Minería regresó a Acapulco, Guerrero, con más de 8,500 asistentes y una derrama estimada de 200 millones de pesos; se trata de una convención bianual que el principal evento minero de México y el segundo más importante de América Latina, que este año tiene como tema “La minería unida por México”.
El secretario de Economía del Gobierno de México, Marcelo Ebrard Casaubón, anunció durante la inauguración del evento que el próximo 2026 se va a “reanudar la exploración a mayor escala en México y otras medidas para acelerar los permisos que tenemos pendientes, acortar tiempos, facilitar la inversión”.
Enfatizó en la necesidad de garantizar los liberales para que México pueda ser competitivo: “Hay una tensión geopolítica presente y en ese Mundo el acceso a los minerales y a su procesamiento va a determinar en buena medida no solo nuestra competitividad, sino la seguridad de nuestra cadena de suministro, y en México es una prioridad del más alto rango”, dijo.
Y es que, en una intervención previa, Rubén del Pozo Mendoza, presidente de la Asociación de Ingenieros de Minas, Metalurgistas y Geólogos de México, lamentó que en 2024 la exploración minera disminuyó 11.5%, porque “sin exploración no hay nuevos descubrimientos ni futuro industrial”.
Aunque celebró que el pasado 21 de agosto, la Secretaría de Economía anunció que el Servicio Geológico Mexicano realizará nuevas exploraciones en Sonora, Sinaloa, Durango y el Estado de México, dijo que el órgano público tiene un presupuesto insuficiente para el potencial mineral de México.
Por eso, el líder de los mineros pidió recuperar un modelo de exploración mixto -perdido en la reforma a la Ley Minera del 2023-, “donde el Estado mantenga la rectoría, pero la iniciativa privada y la academia aporten recursos, tecnología y conocimiento, con transparencia y rendición de cuentas”.
También señaló que la minería está sujeta a tasas de impuestos que pueden alcanzar hasta el 50% de sus utilidades; y que no se sabe el destino exacto de los recursos del Fondo Minero que se distribuye entre las Secretarías de Educación, Economía y el Gobierno federal. “Es necesario un esquema fiscal más flexible y también se hace necesario devolver el Fondo Minero a los municipios con actividad minera”, dijo.
Al evento de inauguración también asistieron Pedro Rivero González, presidente de la Cámara Minera de México (CAMIMEX), Evelyn Salgado Pineda, gobernadora de Guerrero, y Abelina López Rodríguez, presidenta municipal de Acapulco.
La industria minera en México emplea, hasta diciembre de 2024, de manera directa a 416,663 empleos directos y genera casi 1 millón 500 mil empleos indirectos; y contribuyó, en ese año, con 2.77% del PIB Nacional y el 8.70% del PIB Industrial.

