Por Sofía Ursúa
En una de las salas del Museo Universitario “Fernando del Paso” se llevó a cabo el séptimo conversatorio del Festival Zanate, dedicado a reflexionar sobre el papel del montaje en el cine documental.
La sesión inició con la proyección del cortometraje La Isla de las Flores, una obra que, a primera vista, parece abordar procesos cotidianos como la compra y venta de alimentos. Sin embargo, conforme avanza, conduce al espectador hacia una denuncia profunda: el destino de los productos que desechamos y el impacto que tienen en comunidades de bajos recursos. El documental expone cómo muchos alimentos caducados terminan en basureros donde niñas y niños son enviados a recolectar lo que aún puede consumirse, revelando una cadena de desigualdad que suele permanecer oculta.


Después de la proyección se presentaron Nicola Défossé y Paloma López Carrillo, editores de cine, quienes compartieron su trayectoria y reflexiones sobre la importancia del montaje en la construcción narrativa del documental.
“Hay que abrirse al universo que plantea la realidad, que va por encima del director”, señaló Nicola Défossé, subrayando cómo el material documental exige sensibilidad y disposición para escuchar lo que las imágenes dictan.
Por su parte, López Carrillo invitó a cuestionar los límites de lo predecible: “Pensar fuera del algoritmo es nuestro desafío como humanidad. Abrazar el error también es parte del proceso creativo”.
El conversatorio concluyó con una ronda abierta de preguntas, donde los asistentes dialogaron sobre los retos y responsabilidades del trabajo de edición. Las y los ponentes animaron al público a valorar esta labor muchas veces silenciosa, pero fundamental para dar forma, ritmo y sentido al cine documental.
Fotos de Charly Aguilar.

