La economía mexicana entrará en un ciclo político en los próximos 2 años ante las elecciones presidenciales y el cambio de Gobierno en 2024, lo que propiciará una desaceleración en 2025, estimó este lunes un análisis de Moody’s Analytics.
El director de la agencia para América Latina, Alfredo Coutiño, explicó en su último reporte que existe un tradicional ciclo político en la economía mexicana al final de cada sexenio.
Por un lado, la economía se ve altamente influenciada por una fase de expansión y, posteriormente, entra en una contracción causada por la transición política.
“Esto significa que la economía resultará beneficiada en el 2024 y afectada en el 2025”, advirtió el analista.
“Este ciclo ha estado presente en las últimas 4 décadas y no hay razón para creer que esta vez será diferente, aunque ahora tendrá una pequeña variante”, ahondó.
Coutiño anticipó que la primera fase expansiva sucederá en los primeros 6 meses del último año de Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, que termina su mandato en octubre de 2024.
La política fiscal, previó, se usará para financiar el proceso electoral, completar las obras de infraestructura, y estimular la economía para generar un sentimiento de bienestar social, con la intención de impulsar a los votantes hacia Morena.
Una segunda “fase contractiva” empezaría con el retiro del estímulo fiscal tras las elecciones y se extendería hasta la primera mitad del primer año del nuevo Gobierno.
Señaló que en el comienzo de la nueva Administración se presentará un retraso en el ejercicio del gasto público que introducirá un atraso en las decisiones de consumo e inversión privada.
A lo anterior, se sumaría la incertidumbre alrededor del nuevo equipo económico y político en el Gobierno mexicano, lo que ocasionaría una desaceleración de la actividad económica en el país.
“Hasta ahora no se alcanza a ver en el horizonte algo que pueda interrumpir la llegada del ciclo político de la economía, por lo que se anticipa que el crecimiento económico continuará teniendo a la política como uno de sus determinantes en los próximos dos años”, añadió Coutiño.
Dijo que el “efecto contraccionario” se extenderá desde el cuarto trimestre de 2024 y hasta el primer trimestre de 2025.
“La magnitud de dicha desaceleración que afectará el inicio de 2025 dependerá del grado de certidumbre en torno al programa económico del nuevo gobierno y de la confianza que se tenga en el nuevo equipo económico”, sostuvo.
Sobre el crecimiento esperado para 2025, Moody’s aclaró que podría ser menor que el de 2024, en el que se espera un 3% de expansión, al igual que en 2023.
No obstante, destacó que la nueva Administración comenzará en octubre, gracias a una reforma constitucional, y no en diciembre, como era antes, por lo que la desaceleración en 2025 “podría no ser tan pronunciada” como en transiciones anteriores.