Jue. Dic 4th, 2025

Con claroscuros, nueva Ley de Aguas Nacionales: experto universitario

“Es importante tener una Ley de Aguas Nacionales actualizada, pero también que reconozca otros derechos, pues no solamente los humanos requerimos agua”: Jesús López de la Cruz. (Foto de la Dirección General de Prensa de la UdeC)

Para profundizar sobre la problemática actual del agua, vital para la vida y nuestro ecosistema, en una entrevista, el doctor Jesús López de la Cruz, director de la Facultad de Ingeniería Civil de la Universidad de Colima (UdeC), habló de la importancia de la actualización de la Ley de Aguas Nacionales, sus alcances, implicaciones y retos. Además, abordó los proyectos que se están llevando a cabo por profesores investigadores del plantel con el fin de contribuir a las soluciones de esta problemática regional y nacional.

De la Cruz comentó que el agua no solo es necesaria para los seres humanos, sino también para los ecosistemas. “De hecho, cuando uno revisa la ley solamente habla del derecho humano al agua, pero la verdad es que todos los seres vivos requieren agua. Por ejemplo, los ecosistemas la necesitan para la regulación de la temperatura. “Cuando vas caminando por un sendero y te sientes bien al ir protegido por la sombra y observando las plantas, bueno, todo eso requiere agua”.

En ese sentido, resaltó que los gobiernos han enfocado sus esfuerzos en mejorar el acceso al agua. “Sin embargo, requerimos que el agua tenga la calidad que necesitamos, que sea en la cantidad que necesitamos y que sea asequible; es decir, que podamos pagar por tener ese volumen de agua que llega a nuestra casa, que después salga, que se depure y regrese nuevamente a los entornos naturales”.

Al hablar sobre la situación del país, destacó que nuestro abastecimiento proviene del agua superficial y de la subterránea, ambas con el problema de que son sobreexplotadas. “Esa sobreexplotación nos lleva a una situación crítica, porque muchos sistemas abastecen a grandes ciudades, y el que no se pueda en algún momento sacar más agua afectaría no solo a la población, sino a todas las actividades económicas que dependen del agua”.

Jesús López de la Cruz recordó que la Ley de Aguas Internacionales vigente hasta ahora, nació en el año de 1992. “La nueva Ley de Aguas -resaltó- está muy enfocada al problema de la escasez, de la sobreexplotación y de los conflictos sociales”, además de que, desde un punto de vista técnico, tiene problemas con mediciones que sean realistas respecto al volumen de agua que se utiliza.

Explicó: “La nueva ley obliga a que se esté midiendo lo que se está utilizando, pero eso lleva a un problema, porque hay zonas donde es inaccesible la medición, donde no hay cobertura para que alguien pueda medir. Los medidores de flujo pueden presentar problemas por los sedimentos; entonces, hay muchas cosas que no se logran desde el punto de vista técnico. La ley exige medir, pero hay que ver las condiciones en las que cada uno va a estar midiendo esos volúmenes”.

Otro de los puntos a destacar señaló, “es que habrá un mercado de agua donde es posible transferir volúmenes o concesiones de agua, lo cual puede ser un poco riesgoso si no se cuida muy bien ese tema. La verdad es que transferir volúmenes de agua de un sitio a otro conlleva impactos en los ecosistemas, en las poblaciones, en las comunidades, que no se ven reflejados ahí”.

Para la elaboración de esta nueva ley, agregó el doctor Jesús López, se llevaron a cabo muchas mesas de trabajo. “Sin embargo, muchas cosas que se discutieron todavía no se ven aterrizadas y es importante que se revise más a fondo. Es importante tener una Ley de Aguas Nacionales actualizada, pero también que reconozca otros derechos, pues no solamente los humanos requerimos agua”.

Para él, la medición seguirá siendo un reto importante. “Si no medimos lo que se está consumiendo, si no medimos cómo es la dinámica del agua, tanto superficial como subterránea, es difícil establecer diagnósticos reales. Las disponibilidades que calculamos en nuestro país son con base a muy pocas mediciones. Hemos perdido mucha telemetría en los diferentes ríos, en los diferentes acuíferos de nuestro país”.

“Nosotros -añadió- utilizamos esos datos para hacer análisis, diagnósticos, y vemos con preocupación que cada vez hay menos datos. Al tener menos datos, tus análisis, las hipótesis que planteas, tus diagnósticos, tienen que atender mucha incertidumbre”.

Desde la Facultad de Ingeniería Civil, informó, “hemos trabajado en el tema de las inundaciones. Se han trabajado, en la zona conurbada, mapas de peligrosidad, mapas de riesgo por inundación. Se tuvo un proyecto con Inglaterra sobre un sistema de alertamiento de inundaciones en Colima. También se han hecho trabajos con el doctor Oliver Mendoza sobre la calidad del agua. La doctora Maura ha trabajado un enfoque más sistémico, porque la verdad es que muchas veces abordamos el problema del agua, pero desde nuestra disciplina”.

Destacó que el problema del agua “tiene que verse desde un enfoque sistémico”. Esto es, que “está formado por diferentes vértices, que son diferentes elementos los que componen la problemática y que ocupamos gente de diferentes áreas para poder generar propuestas de solución que sean mejores para abatir el problema”.

Para finalizar, Jesús López destacó: “Cuando observas los escenarios te das cuenta de que ya no podemos hacer mucho. Lo que haremos será adaptarnos a esos escenarios, porque todos son muy desfavorables. Todos los escenarios que tenemos respecto a los recursos hídricos en nuestro planeta son bastante desfavorables; sin embargo, el trabajar de manera interdisciplinaria, conjunta, buscando propuestas y soluciones que se concreten en políticas públicas, puede ser muy favorable”.

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