Mié. Dic 10th, 2025

Reconoce ACNUR a director de Mabe por modelo de inclusión laboral para refugiados

Por EFE Dic10,2025 #México
El director general de Asuntos Corporativos de Mabe, Pablo Moreno, habla durante una rueda de prensa en Palacio Nacional. (Imagen de archivo de Isaac Esquivel de la agencia EFE)

Pablo Moreno, director general de Asuntos Corporativos de la firma de electrodomésticos, Mabe, se convierte en uno de los pocos empresarios en recibir un premio del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) por impulsar una iniciativa para integrar migrantes a la economía mexicana y subraya que una “segunda oportunidad transforma vidas”.

Moreno, sorprendido por el reconocimiento del Premio Nansen de la Agencia de la ONU para los Refugiados, asegura a EFE que “no sabía” que lo habían propuesto.

Lo que sí tiene claro es que este premio, raro en su tipo para alguien del sector privado, reconoce un modelo de inclusión laboral de refugiados que hoy ya suma más de 50 mil personas integradas a empresas en México. 

“Este reconocimiento confirma que el modelo de inclusión que impulsamos está transformando vidas”, sostiene. 

Todo comenzó en 2017, cuando Mabe adaptó un programa previo de movilidad laboral interna —dirigido a mexicanos sin empleo en el sur del país— para incorporar a personas refugiadas en coordinación con ACNUR, la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR) y el Gobierno del estado de Coahuila.

Lo que inició como un piloto en la planta de Mabe, en Saltillo, se convirtió en una bola de nieve que atrajo a más de 600 compañías, entre ellas FEMSA, Walmart, Marriott y decenas de manufactureras y empresas de servicios. 

Hoy esa red opera bajo la Alianza por la Inclusión, una estructura que Moreno describe como “un movimiento de puertas abiertas”, donde las empresas participan de forma voluntaria y los propios refugiados eligen en qué compañía desean trabajar tras jornadas de reclutamiento abiertas. 

No todo fue sencillo al inicio, recuerda Moreno, toda vez que en Mabe surgieron temores: ¿usarían los refugiados la planta como trampolín para cruzar a Estados Unidos? ¿Existía riesgo de antecedentes delictivos?

Pero los procesos de rastreo, entrevistas y verificación de ACNUR y COMAR disiparon las dudas. 

Moreno lo dice con firmeza: “No hemos tenido un solo incidente” y, por el contrario, abunda, las cifras hablan solas; la rotación de personal, que ronda 12% en Mabe, cae a 0.9% entre la comunidad refugiada. 

“Cuando das una segunda oportunidad a alguien que lo ha perdido todo, recibes compromiso, respeto y gratitud a niveles excepcionales”, enfatiza.

Pero el impacto va más allá de las líneas de producción, pues Moreno relata que la resiliencia de estas familias transforma la cultura organizacional

“Llegan con tal ímpetu, porque vienen decididos a salir adelante”, relata Moreno y añade que algunos, incluso han comprado autos para trabajar como conductores de plataformas, mientras otros miembros de la familia laboran en turnos dentro de la planta. 

“Se integran plenamente y contribuyen a la economía formal pagando impuestos. Es un ganar-ganar para México”, afirma. 

Y, en un contexto económico incierto, Moreno considera que integrar refugiados a la formalidad contribuye al consumo, a la estabilidad y al desarrollo regional. 

Aun así, Moreno afirma que persisten desafíos y pide al Gobierno agilizar trámites administrativos y atender obstáculos como la inclusión financiera, ya que no todos los bancos aceptan fácilmente los documentos de refugio. 

También subraya que este programa complementa, no reemplaza, el empleo para mexicanos, pues “la prioridad siempre es el trabajador nacional”.

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By EFE

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