El expresidente peruano Alberto Fujimori (1990-2000) solicitó este miércoles a un tribunal de su país que se le restituya el indulto humanitario que le otorgó en diciembre de 2017 el entonces gobernante Pedro Pablo Kuczynski y que la Corte Suprema de Perú anuló en octubre de 2018.
“Considero que el indulto fue debidamente sustentado”, señaló el exmandatario al presentarse, de manera virtual, ante la Tercera Sala Constitucional de la Corte Superior de Justicia de Lima, como parte de la sustentación de una demanda de habeas corpus que presentó su defensa.
Fujimori aseguró que desde 2009 cumple una condena a 25 años de cárcel por “un supuesto secuestro agravado que claramente no fue así” y por los crímenes cometidos por el grupo militar encubierto Colina, que calificó de agrupación “clandestina”, cuyos integrantes “actuaron por su cuenta”.
“Yo me considero totalmente inocente”, enfatizó.
El exgobernante, de 85 años, defendió que durante su Gobierno se aplicó una estrategia “de total respeto a los derechos humanos” para combatir a los grupos subversivos y mencionó que entre esos procedimientos estuvo una “ley de arrepentimiento” y un proceso de detención de presuntos terroristas.
“Hubo un grupo clandestino totalmente, que actuó por su cuenta, a pesar de que desde su superior, el coronel (Federico) Navarro, tuvieron la orden de detención”, acotó.
Al referirse a la anulación del indulto humanitario que le otorgó Kuczynski, afirmó que esta decisión de la Corte Suprema “fue totalmente injusta, sin fundamento alguno”, y que actualmente se encuentra “con una salud deteriorada”.
“Tengo 85 años, desde la anulación del indulto he tenido una intensificación de la gravedad de mi salud”, remarcó antes de asegurar que en octubre de 2021 presento “un cuadro de infarto” y también padece de una fibrosis pulmonar que lo ha hecho “oxígeno dependiente en las horas de la noche”.
El exjefe de Estado peruano dijo que “periódicamente” se le presentan estos cuadros y que el pasado 13 de agosto tuvo que ser trasladado a un centro médico desde la prisión de Barbadillo, en el este de Lima, “por presentar palpitaciones y opresión en el pecho”.
“Considero que el indulto fue debidamente sustentado y que mis enfermedades se han ido intensificando con el tiempo”, reiteró.
Uno de sus abogados defensores, Elio Riera Garro, aseguró ante el tribunal que “con el devenir del tiempo no se ha logrado materializar el hecho de que no se tiene que aplicar el indulto humanitario”, por lo que pidió que se “ordene la inmediata excarcelación” de su defendido.
Posteriormente, la Fiscalía defendió una decisión que ya rechazó en primera instancia la solicitud de Fujimori y remarcó que el análisis del actual habeas corpus debe centrarse en la pertinencia de la restitución del indulto y no en la presunta inocencia del exmandatario.
La Fiscalía recordó, además, que la Corte Interamericana de Derechos Humanos pidió en marzo de 2022 que se suspenda una decisión del Tribunal Constitucional (TC) que había admitido un recurso para restablecer el indulto, por lo que solicitó que se confirme “la sentencia en primera instancia que declara improcedente la demanda”.