El alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, afirmó que “no habrá impunidad para los crímenes de guerra” tras el ataque presuntamente ruso que mató al menos a 51 personas en una zona residencial de un pueblo del distrito de Kupiansk, en la provincia de Járkov, al noreste de Ucrania.
“El terror atroz de Rusia contra la población civil ucraniana no muestra signos de remitir y hoy ha alcanzado otro hito sombrío”, afirmó Borrell en una declaración sobre el “ataque dirigido contra una cafetería y una tienda de alimentación” en el asentamiento de Hroza en Kupiansk.
Destacó que entre los fallecidos hay al menos un niño y que muchas otras personas han resultado heridas.
“Se trata de otro atroz ataque contra civiles inocentes, que se suma a los continuos ataques indiscriminados que Rusia lleva a cabo a diario cerca de las líneas del frente”, agregó Borrell, que recordó que hoy mismo Moscú “ha atacado un hospital en Beryslav, en la región de Jersón”.
El jefe de la diplomacia comunitaria, que asiste en Granada a la cumbre de la Comunidad Política Europea al igual que el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, recalcó que los ataques intencionados contra civiles son crímenes de guerra.
“Los dirigentes rusos, todos los comandantes, los autores y los cómplices de estas atrocidades tendrán que rendir cuentas. No habrá impunidad para los crímenes de guerra”, afirmó.
Borrell también elogió “la fuerza, el valor y la resistencia del pueblo ucraniano” y aseguró que la UE “se solidariza firmemente con Ucrania y seguirá apoyándola”.
Zelenski recordó por su parte que está en conversaciones con varios líderes europeos para reforzar las defensas antiaéreas ucranianas y poder proteger mejor sus pueblos y ciudades de ataques como el de hoy.