Ankara exigió a Washington retirar su apoyo a las milicias kurdas en Siria, bombardeadas en estos momentos por las fuerzas aéreas turcas, mientras que Estados Unidos instó a Turquía a coordinarse para reducir el riesgo de conflicto.
Según la agencia turca Anadolu, el ministro de Exteriores de Turquía, Hakan Fidan, en una conversación telefónica con su homólogo estadounidense, Antony Blinken, exigió que EUA que deje de apoyar a las Unidades de Protección del Pueblo (YPG), que Ankara considera terroristas por su vinculación a la guerrilla kurda PKK.
Fidan explicó a Blinken que Turquía continuará de forma resuelta las operaciones contra YPG, las milicias kurdas que dominan el noreste de Siria y reciben apoyo de Estados Unidos por su lucha contra el yihadista Estado Islámico.
Ese apoyo debe cesar, le dijo Fidan a Blinken “en términos tajantes”, según precisa Anadolu, citando fuentes del Ministerio de Exteriores turco.
Por su parte, Blinken destacó “la necesidad de coordinarse y evitar un conflicto” en las actividades que tanto Estados Unidos como Turquía llevan a cabo en contra del terrorismo, informó el Departamento de Estado de EUA en un comunicado.
La nota recalcó que “las amenazas terroristas” en Siria, Irak y en cualquier otro lugar “socavan la seguridad de Estados Unidos, de Turquía y de sus aliados”.
Ankara lanzó en la noche del jueves una serie de bombardeos aéreos contra instalaciones y edificios de las YPG en el noreste de Siria, incluidos pozos petrolíferos, buscando la eliminación de altos cargos de la milicia, según informó el Ministerio de Defensa turco.
Los aviones turcos penetraron unos 40-50 kilómetros en territorio sirio, asegura la emisora turca NTV.
Durante esta operación, las fuerzas estadounidenses en el noreste de Siria derribaron una aeronave turca no tripulada, como informó el Pentágono y admitió hoy el Ministerio de Exteriores turco.
“Durante las operaciones se perdió un dron debido a diferentes evaluaciones técnicas en el mecanismo de evitar conflictos con terceras partes”, señaló el citado ministerio en un comunicado.
El incidente fue parte de la conversación entre Fidan y Blinken, agrega Anadolu, que acordaron poner a punto el mecanismo de comunicación entre fuerzas turcas y estadounidenses en Siria para que no afectara las operaciones que Turquía describe como “antiterroristas”.
Ankara ha anunciado que todas las infraestructuras pertenecientes a las YPG son “objetivo legítimo” tras el atentado suicida del domingo pasado contra el Ministerio del Interior de Ankara.
El atentado, en el que murieron los 2 atacantes y fueron heridos 2 policías turcos, fue reivindicado por el Partido de Trabajadores de Kurdistán (PKK), la guerrilla kurda de Turquía, considerada terrorista también por Estados Unidos y la Unión Europea.
El Gobierno turco considera que YPG y PKK son 2 ramas de la misma organización.
