La trigésimo primera Reunión de Jefes de los Organismos Nacionales Encargados de Combatir el Tráfico Ilícito de Drogas de América Latina y el Caribe (Honlea) culminó en Quito con un llamado a mantenerse en alerta por el auge del fentanilo.
En el discurso de cierre de la reunión, el viceministro de Seguridad Pública de Ecuador, Francisco Páez, sostuvo que, si bien en la mayoría de los países de Latinoamérica no se ha detectado al fentanilo como un problema grave hasta el momento, “es necesario mantenerse alerta debido a la peligrosidad de esta sustancia”.
Este potente opiáceo sintético, con una potencia 50 veces mayor a la heroína y 100 veces mayor que la morfina, es el causante de una crisis de salud pública en EUA, cuyo Gobierno ha afirmado que existe tráfico ilegal de esta sustancia en México, Colombia y Ecuador.
Ante este señalamiento, el Gobierno ecuatoriano ha rechazado que exista tráfico de fentanilo ilegal en su territorio, pese a que existen casos sospechosos que se han tratado en hospitales municipales de Guayaquil.
“Por ello, una de las propuestas consiste en promover la investigación científica y académica, a través de observatorios”, indicó Páez en el cierre de la reunión de jefes antidrogas, donde coincidieron en señalar la necesidad de profundizar la cooperación internacional para hacer frente a las mafias del narcotráfico.
Los participantes en el encuentro, desarrollado entre el 3 y 6 de octubre, reconocieron el carácter estratégico que tiene la colaboración regional, sobre todo en el intercambio de información e inteligencia, ya que es un mecanismo fundamental para la identificación de las rutas, modalidades, y organizaciones criminales que participan en la cadena de valor de las drogas.
El viceministro ecuatoriano de Seguridad Pública apuntó a generar y compartir información, ejecutar operaciones conjuntas, identificar la cadena de valor del delito y robustecer la persecución de activos, mediante la inteligencia financiera y la extinción de dominio.