Un juez federal de Mérida autorizó al Gobierno a seguir con obras del Tramo 5 del Tren Maya, de Cancún a Tulum, en 81 hectáreas de selva para las que ya se permitió el cambio de uso de suelo forestal.
De acuerdo a lo informado por el diario Reforma, ya no hay impedimento para los trabajos en 716 de las 767 hectáreas que requerían cambio de uso de suelo forestal, según estableció la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) en 2022, cuando dio su visto bueno a la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) del Tramo 5.
La propia Semarnat, por medio de la Dirección General de Gestión Forestal, Suelo y Ordenamiento Ecológico, es la que autoriza los cambios de uso de suelo, por lo que es previsible que, en los próximos días, quedarán liberadas las 51 hectáreas pendientes.
Reforma informó que el juez Adrián Zepeda Novelo negó conceder la suspensión provisional a organizaciones ambientalistas contra las autorizaciones emitidas por Semarnat el 17 de abril y el 15 de mayo, la primera para 13.2 hectáreas y la segunda para 67.9 hectáreas, en los municipios de Benito Juárez, Puerto Morelos, Solidaridad y Tulum, todos en Quintana Roo.
Zepeda considera que “si la autoridad gubernamental en materia ambiental ha determinado que es viable la remoción total o parcial de la vegetación de los terrenos forestales arbolados, o de otros terrenos forestales para la construcción del Tren Maya, mediante las autorizaciones de cambio de uso de suelo ya referidas, el suscrito no puede estimar que aún con ello se pueda concluir que de todas formas existe riesgo irreparable a la naturaleza, pues para llegar a ese resultado, se tendría que contar con los elementos técnicos y científicos que así lo demostraran”.
“Aun cuando el quejoso cuenta con interés legítimo para solicitar la suspensión de obras de tala y desmonte, derivados de la construcción del Tramo 5 del Tren Maya, lo cierto es que, con la emisión de las autorizaciones de cambio de uso del suelo en terrenos forestales, en este momento procesal, se considera que no se demuestra que con la ejecución del proyecto se pudiera ocasionar un daño inminente e irreparable”, agregó Zepeda.
Desde enero pasado, por orden de un tribunal colegiado, Zepeda había concedido suspensiones según las cuales no bastaba la aprobación de las MIA por parte de Semarnat, sino que eran necesarios los cambios de uso de suelo, que son un trámite distinto, y fueron exigidos por la propia dependencia al avalar los impactos ambientales, detalló Reforma.
En total, los 7 tramos del Tren Maya requieren desmontar 3,873 hectáreas de terrenos forestales, superficie similar a la Alcaldía Cuauhtémoc.
El Tramo 6, de Tulum a Chetumal, será el más destructivo, con 1,453 hectáreas, seguido por el Tramo 5 y el 7, este último de Bacalar a Escárcega, con 730 hectáreas.
Con información de Reforma