El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, respaldó este miércoles la tesis israelí sobre la explosión el día anterior en un hospital de Gaza, que apunta a un cohete fallido de la Yihad Islámica como la causa, y convenció a Israel para que acceda a la entrada de ayuda humanitaria básica al enclave palestino desde Egipto.
A su llegada a Tel Aviv para una visita relámpago a Israel de unas pocas horas, Biden ya se inclinó por la versión israelí sobre la base de las pruebas presentadas, y más tarde comentó, preguntado por los periodistas que viajan con él, que lo que le convenció fue los datos mostrados por el Departamento de Defensa norteamericano.
“En base a lo que he visto, parece que ha sido la otra parte, pero hay mucha gente por ahí que no está segura, por lo que tenemos mucho por delante”, afirmó Biden nada más llegar a Israel, justo antes de su reunión con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu.
Una explosión ocurrida el martes en el hospital Al Ahli de la ciudad de Gaza habría causado 471 muertos, según los últimos datos del Ministerio de Sanidad de la Franja, gobernada de facto por el grupo terrorista Hamas, que enseguida acusó a Israel de un ataque aéreo letal que provocó la que sería la mayor matanza registrada en el enclave en 5 guerras.
Sin embargo, Israel se desmarcó, acusó a Hamas de “inflar las cifras de víctimas” y apuntó a un cohete fallido de la Yihad Islámica, el segundo grupo armado más poderoso de Gaza.
Sus pruebas indican que no hubo un impacto directo en el hospital, que se produjo una explosión menor en un aparcamiento del centro médico, seguida de un incendio por el combustible contenido en el proyectil, y que no hay un cráter en el punto del impacto, lo que sugiere que fue causado por un cohete, no por un misil israelí.
Las imágenes difundidas por el Ejército israelí, y también por medios locales, muestran coches calcinados en un área de unos cientos de metros cuadrados al lado del hospital, con una veintena de automóviles aparcados, varios calcinados y pocos destruidos.
Ante estas alegaciones, la Yihad Islámica acusó a Israel de “inventar mentiras” y “acusaciones falsas” tras cometer “una brutal masacre”, palabras en la línea de Hamas, que habló de “genocidio”.
Biden también mencionó “genocidio” y el Holocausto para recordar que el pasado 7 de octubre, cuando Hamas cometió un brutal “ataque terrorista” múltiple en Israel, fue el día más mortífero para el pueblo judío desde la “Shoah”.
“No están solos”
Ese episodio “ha traído recuerdos dolorosos y cicatrices de milenios de antisemitismo y genocidio del pueblo judío”, indicó Biden, que también equiparó a Hamas con el Estado Islámico, en la línea con la narrativa israelí sobre esta guerra.
A lo largo de su visita -en la que se reunió con Netanyahu, con el presidente israelí, Isaac Herzog, y con el gabinete de guerra-, Biden reiteró el apoyo inquebrantable de Estados Unidos a Israel. “No están solos” o “tienen todo nuestro apoyo” fueron frases que se escucharon en todas las intervenciones públicas del mandatario estadounidense.
Biden también anunció que el Gobierno israelí había aceptado que la ayuda humanitaria básica entre a la Franja por el paso de Rafah, que conecta el enclave con el Sinaí egipcio, donde hay más de un centenar de contenedores con asistencia esperando la apertura del cruce, el único de Gaza que no controla Israel.
“Estamos trabajando en estrecha cooperación con el Gobierno de Egipto, las Naciones Unidas y sus agencias, como el Programa Mundial de Alimentos, y otros socios en la región para que los camiones crucen la frontera lo antes posible”, indicó Biden.
Después de 11 días oponiéndose frontalmente a la entrada de ayuda humanitaria desde Egipto, el gabinete de guerra israelí confirmó que hizo hoy esa concesión “a la luz del amplio y vital apoyo estadounidense al esfuerzo bélico, y a solicitud del presidente”, pero “siempre y cuando esos suministros no lleguen a Hamas”.
El gabinete de guerra aclaró que, aunque accede a la entrada de ayuda a Gaza desde Egipto, “no permitirá ninguna asistencia humanitaria desde su territorio mientras los cautivos no sean devueltos”, en alusión a los rehenes que mantiene Hamas.
En una alocución televisada tras la marcha de Biden al finalizar la que ha sido la primera visita de un mandatario estadounidense a Israel en tiempos de guerra, Netanyahu subrayó que se logró “una inmensa asistencia de seguridad para el Estado de Israel, de un alcance sin precedentes.
“Fortalece aun más nuestras capacidades de guerra”, dijo el primer ministro sin ofrecer más detalles.
Durante las 7 horas que duró la visita de Biden, no se registraron lanzamientos de cohetes desde la Franja de Gaza, que se reanudaron en cuanto despegó el avión presidencial, el Air Force One, disparando las alarmas de Tel Aviv y los alrededores.
Israel no cesó sus ataques durante la visita, matando al menos 70 personas en bombardeos sobre Jan Younis o Deir al Balah, en el sur; y en Yabalia o ciudad de Gaza, en el norte del enclave, donde los muertos en 12 días de guerra superan los 3,400.