El Pentágono señaló este jueves que China contaba con 500 ojivas nucleares en mayo de 2023, una cifra que va camino de superar anteriores previsiones, y que para 2030 podría llegar a las mil.
Su informe anual sobre el poder militar chino, que publica el Departamento de Defensa por exigencias del Congreso, calcula que ese arsenal continuará aumentando hasta 2035, en línea con el objetivo de garantizar que la modernización de su Ejército esté “básicamente completa” para entonces.
China, según ese documento, ha ampliado en los últimos años su investigación, desarrollo, pruebas y capacidad de producción de ojivas nucleares para respaldar el tamaño y el ritmo de expansión de su arsenal nuclear.
En comparación, según cifras de 2020, Estados Unidos tiene un arsenal de unas 3,700 ojivas nucleares.
El informe del Pentágono añadió que China puede estar explorando el desarrollo de sistemas de misiles de alcance intercontinental armados convencionalmente que permitirían al país amenazar con ataques convencionales contra objetivos en Estados Unidos.
Desde Washington se reconoce que Pekín tiene la marina numéricamente más grande del Mundo, con una fuerza de batalla total de más de 370 barcos y submarinos. El informe anterior situaba la cifra de buques en 340.
El documento admitió igualmente que si para 2027 se cumple el objetivo del presidente chino, Xi Jinping, de acelerar el desarrollo integrado de la mecanización e inteligencia de sus fuerzas armadas esto podría dar a ese Ejército la capacidad de ser “una herramienta militar más creíble” en los esfuerzos estatales de “unificación de Taiwán”.
Ya en 2022, según ese texto, China aumentó sus provocaciones y acciones desestabilizadoras en y alrededor del Estrecho de Taiwán, incluidos sobrevuelos de misiles balísticos, aumento de vuelos en la zona de identificación de defensa aérea autoproclamada de Taiwán, un bloqueo conjunto simulado a gran escala y operaciones simuladas de ataque conjunto con potencia de fuego.
De la estrategia militar del país asiático se destaca también que este considere que su asociación “sin límites” con Rusia es fundamental para avanzar su desarrollo y emergencia como gran potencia, y que pese a ello Pekín haya optado por un enfoque “discreto” para proporcionar apoyo material a Rusia para su guerra contra Ucrania.