El presidente ruso, Vladimir Putin, dirigió hoy desde el Kremlin maniobras por tierra, mar y aire de las fuerzas nucleares rusas.
El ministro de Defensa, Serguéi Shoigú, informó al jefe del Kremlin sobre la marcha de los ejercicios, que incluyó el lanzamiento de misiles balísticos y de crucero, y la participación de submarinos nucleares y de 2 bombarderos estratégicos Tu-95.
Durante las maniobras “se lanzó un ataque nuclear masivo de las fuerzas ofensivas estratégicas en respuesta a un ataque nuclear enemigo”, explicó.
A su vez, un misil balístico intercontinental Yars, que tiene hasta 12 mil kilómetros de alcance, fue lanzado desde el cosmódromo de Plesetsk, que se encuentra a casi 800 kilómetros al norte de Moscú.
El misil fue lanzado con destino al polígono de Kura en la península de Kamchatka, a más de 6 mil kilómetros del lugar de lanzamiento.
Además, el submarino de propulsión nuclear Tula lanzó un misil balístico Sineva desde el mar de Barents, en el Océano Glacial Ártico.
“Las misiones que figuraban en el programa de las maniobras fueron cumplidas en su totalidad”, informó el Kremlin.
Los ejercicios coinciden con la decisión el miércoles del Senado ruso de aprobar el proyecto de ley que revoca la ratificación del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (CTBT).
Rusia argumenta que se ha visto obligado a dar ese paso ante la necesidad de restablecer la paridad nuclear con Estados Unidos, que no ratificó el CTBT en 23 años.
Las autoridades rusas han recalcado que la revocación no significa que el Kremlin vaya a reanudar los ensayos nucleares, al menos de momento, pues “la moratoria permanece” en vigor.
Mientras, el viceministro ruso de Exteriores, Serguéi Riabkov, desveló hoy que Moscú ha recibido una propuesta de Estados Unidos para reanudar el diálogo sobre estabilidad estratégica y control de armamento.
Explicó que Moscú no está preparado para retomar el diálogo si no se producen cambios en “la política profunda y fundamentalmente hostil de EUA hacia Rusia”.
Rusia suspendió en febrero pasado el cumplimiento del START III, último tratado de desarme nuclear aún vigente entre Rusia y Estados Unidos.