Un gol del venezolano Yangel Herrera en el 91’ decidió el partido entre el Girona y el Celta de Vigo en Montilivi, el primero de la 11ª fecha de LaLiga EA Sports, y puso al equipo de Míchel Sánchez líder en solitario con 28 puntos de 33 posibles a la espera del clásico Barcelona–Real Madrid del sábado.
El equipo catalán, la gran sorpresa del futbol español y ya europeo, celebró su novena victoria y la tercera consecutiva in extremis y después de 90 minutos en los que controló la posesión de manera indiscutible, pero sin provocar peligro.
El conjunto de Rafa Benítez, ahora en una situación aún más delicada, se despidió de Montilivi con tristeza porque enlazó el séptimo partido sin vencer y seguirá una semana más en descenso y con rabia porque en el 84’ el colegiado anuló un gol de Luca de la Torre por una falta muy rigurosa de Jorgen Strand Larsen sobre Paulo Gazzaniga que todo el banquillo visitante protestó mucho.
El Girona fue dueño y señor del partido desde el inicio, con una posesión que llegó a superar el 80% y era del 70% al descanso y con 3 saques de esquina en los primeros 10 minutos. Los locales maduraban sus jugadas buscando agujeros en la defensa rival, bien plantada, mientras los visitantes confiaban sus opciones en los contragolpes porque sufrían para enlazar pases y la pelota no les duraba nada.
El dominio local era inapelable, tan claro como las dificultades del Girona para romper líneas y combinar con velocidad ante el férreo marcaje sobre Aleix García.
De hecho, el Girona no consiguió disparar a portería en toda la primera mitad y solo inquietó a Vicente Guaita, titular por primera vez con el Celta en sustitución del sancionado Iván Villar, con un centro de Sávio Moreira que Artem Dovbyk, aislado, no llegó a rematar en la frontal del área pequeña.
Míchel ya puso a calentar a Portu y Viktor Tsygankov, novedad en la convocatoria tras superar una lesión, en el 30’ de la primera parte, muy trabada por las interrupciones. Antes de la media hora el juego se detuvo para atender a un aficionado de la grada gallega, a Renato Tapia y a Sávio.
Pese al control local, los acercamientos con más peligro de la primera mitad fueron para el Celta. En el 41’ Paulo Gazzaniga rechazó un fuerte disparo de Jonathan Bamba tras una rápida transición visitante. Antes Gazzaniga había atajado sin problemas un tiro lejano de Tapia. Después un córner a favor del Girona se convirtió en peligroso un 3 contra 3 en el campo catalán. Sávio despejó el balón en el área pequeña para evitar el 0-1, providencial.
Además, el Girona, frustrado con el partido e irritado con el árbitro, perdió por lesión a David López, sustituido por Juanpe Ramírez en el segundo minuto de los 7 de añadido y tras la enésima interrupción.
Los jugadores de Míchel, tras el descanso, regresaron al césped con una marcha más y el primer remate a portería llegó ya en el primer minuto: un cabezazo de Dovbyk a saque de esquina servido por Aleix García. Cada vez que el Celta trataba de jugar en estático perdía la pelota en un pase fácil.
Al Girona, frío, más impreciso que otras noches, le costaba trenzar jugadas con la facilidad habitual, pero iba creciendo con el paso de los minutos. A la hora de juego Sávio, muy activo, puso un nuevo centro al área que Iván Martín no remató por centímetros.
En el 65’ Sávio asistió a Yan Couto en un contraataque, pero su chut, franco, con todo a favor, se marchó arriba.
Acto seguido Míchel redobló la apuesta ofensiva del equipo con la entrada de Portu y Cristhian Stuani, mientras que Guaita empezaba a ganar tiempo con los saques de portería. En el 72’ Miguel Gutiérrez rozó el 1-0 con un tiro desde la frontal.
Acabó llegando en el 91’, con un duro chut de Herrera desde la frontal, a pase de Aleix García, que se convirtió en su cuarto gol de la temporada tras rebotar en el palo izquierdo de Guaita y que desató la locura en Montilivi, mientras que el Celta seguía pidiendo explicaciones al colegiado por su gol anulado.
